Galería: Festival de Eurovisión 2018
Tras un primer balance en Lisboa minutos después de la final del Festival de Eurovisión, en la que acabaron en el puesto 23 con únicamente 61 puntos -18 de ellos pertenecientes al televoto-, Amaia y Alfred han vuelto a hacer las maletas para dejar Lisboa y regresar a España, donde ahora empieza una nueva etapa para ellos.
Pero lejos de mostrarse tristes, ellos están más que orgullos de cómo interpretaron 'Tu canción' y de su puesta en escena sobre el escenario del Altice Arena de la capitan portuguesa. Es más, aunque saben que su puesto en la tabla de clasificación deja mucho que desear, ellos consideran que esto de Eurovisión es mucho de "postureo": " El puesto daba igual. Parecía 'Los juegos del hambre', pero también tiene cosas guays. Es verdad que es una experiencia increíble, pero es verdad que hay bastante postureo ", comentaron tras el final de la gala.
Ahora, aún sin haberse cumplido 24 horas de su actuación, Amaia y Alfred han hecho las maletas para regresar a España y comenzar una nueva etapa con la preparación de sus respectivas canciones para el lanzamiento de su primer disco.
Amaia: "Eurovisión nos va a servir para la vida en general"
El catalán no se dejó ver en el aeropuerto de Madrid puesto que hacía escala para irse directamente a Barcelona, por lo que su chica tuvo que aparecer en solitario por la puerta de salida. Allí fue recibida por un grupo de fans, con los que se fotografió y a los que agradeció todo el apoyo que han tenido durante su andadura por Eurovisión.
Una aventura de la que asegura que han aprendido muchísimo, principalmente a la hora de enfrentarse a los micrófonos y las cámaras de televisión: " Ha sido increíble, nos va a servir muchísimo para el futuro y la vida en general, no lo vamos a olvidar ", comenzaba contando a los medios antes de explicar que lo peor ha sido la posición en la clasificación -"es una mierda pero es lo de menos" y lo mejor "o que hemos aprendido con los medios de comunicación, hemos cogido tablas ". Ahora a descansar y reponerse para meterse en el estudio a grabar su primer disco.