"Yo allí, por primera vez, no fue por rencor, fue porque de verdad llegó un chico que me ilusionó. Yo intento tener una historia con Suso, viene a verme. Hubo un momento en el que me agobié mucho y se me desmoronó todo. Él hablaba de venirse a vivir a Elche. Suso estaba en un punto en el que yo no podía estar. En ese momento Álvaro volvió a escribirme otra vez. Decidimos vernos, hablamos de todo", explicaba la joven.
Sin poder contener las lágrimas, Rosario decía: "A Álvaro lo odio... pero es que también lo quiero. Me gustaría poder decir 'qué asco me das' pero es que no puedo. Álvaro es el amor de mi vida. Ojalá de verdad yo hubiera sabido querer a Álvaro y él hubiera sabido quererme a mí pero es que no sabemos. Es una persona muy importante para mí, me da una rabia". Álvaro hacía su aparición en el lugar visiblemente emocionado: "Quería estar tranquilo pero es que no puedo estar delante de ella".
"No puedo tenerla delante. Para mí ella es la mujer de mi vida. Tantas cosas malas que han pasado, a día de hoy habiendo salido de allí, te siga viendo con los mismos ojos que te conocí. Han pasado cosas que no están bien, no es un error Rosario, si fuese uno te lo perdono, pero es que era la última oportunidad que teníamos, la última", decía Álvaro. "Yo he dicho que esta relación es completamente insostenible", apuntaba Rosario y Álvaro se mostraba más débil ante la situación: "Yo te miro y no siento que no te quiera. Me creo que sea el hombre de su vida pero necesito que me lo demuestre".
Una historia con amor pero imposible
Rosario aseguraba que ella no tenía nada que demostrarle a él y Álvaro comentaba lo mismo, algo que crispaba a la joven: "Pues discrepo. Él salió de la isla diciendo que iba a salir demostrándome millones de cosas. Ahora no me vengas diciendo que no tienes nada que demostrarme". Álvaro decidía contar lo que vivieron a la salida del reality: "Pasó algo entre nosotros la noche de Madrid. Quiero contar las cosas tal cual pasaron porque mi vida no ha sido tan bonita como la tuya, porque yo no salí enamorado de nadie".
La esperanza de Álvaro seguía sin desvanecerse: "Mi ruina empezó desde ahí. Yo llegué a pensar que volvíamos". Rosario apuntaba que habían dejado claro que no volverían nunca pero Álvaro no quiere aceptarlo: "Me cuesta creérmelo. De verdad. No he querido sentarme a tu lado porque me duele lo que voy a vivir esta noche". Tantas palabras bonitas hacían que Rosario no pudiera evitarlo y le abrazara emocionada, pero siguieron sin retomar la relación en ese reencuentro.
Además, también vivieron un momento de tensión porque apareció la madre de Rosario, quien está muy enfadada con Álvaro, y así lo hizo saber: "Eres un peliculero de mucho cuidado. Lo conozco, son cuatro años de mentiras. Me sabría muy mal que volviese con este individuo. Espero que no se den otra oportunidad. Mi hija no ha sido ni será nunca feliz al lado de él". Álvaro pedía a Rosario que frenara a su madre y es cierto que la paró un poco, pero eso no evitó que dijera todo lo que pensaba.