"A mí me han hecho una oferta brutal hace muy pocos meses, cosa que me sorprendió porque tengo casi 50. Era a través de Instagram, me contactó una persona muy educada, un hombre, me ofreció una fiesta privada en una suite, en un hotel en Londres, a la que tenía que acudir en calzoncillos y me pagaban, además de los gastos y sin obligación a nada, 15.000 euros. Hablamos por whatsapp porque la primera vez que me hicieron la oferta no me dijeron qué era. Transmitía la sensación de élite, todo bien pagado y organizado. Mi sensación es que hay un sistema de captación por Instagram", contaba el colaborador.
Sin embargo, tras confirmar esto, Alonso Caparrós no pudo evitar venirse abajo al recordar su complicado pasado: "A cualquiera de esas chicas que haya estado conmigo en esa situación desde aquí, ahora que tengo oportunidad, y con mucha vergüenza, les quiero pedir perdón desde lo más profundo de mi corazón. Me encantaría verlas una a una y decírselo. Yo ahora mismo tengo una hija que tiene 22 años y estoy en una posición que todavía no me lo he podido perdonar". El colaborador siguió confesando sus problemas: "Muchas veces aquí pasamos por sitios que son tremendos. Hablamos de estas fiestas, de las chicas de compañía que van y vienen como si todo el rato fuese una elección libre pero hay mucha gente que no tiene las herramientas de elegir y lo que yo he visto en esos sitios no es recomendable para nadie".
Una vida de excesos y complicaciones
En un íntimo con Kiko Hernández siguió dando información sobre su pasado en las famosas fiestas: "Es el sufrimiento de lo que sabes que estás haciendo con gente, que sabes que es fácilmente manipulable, porque hay presencia de distintas sustancias. Es el infierno y yo he estado como el demonio. La única manera que tengo de sobrevivir es darle utilidad a lo que digo y hago. Han sido muchos años de hacer sufrir a los demás. El mundo de esas fiestas, de la noche, que nadie lo naturalice, esconde avismos insondables. Lo peor que he podido hacer es inconfesable pero recuerdo que en los últimos tiempos la gente se espantaba de mí al verme llegar por lo que me había convertido", concluía con lágrimas en los ojos.