Sin embargo, las cosas entre ellos se torcieron de repente cuando Laura comenzó a mantener una estrechísima relación con su tentador favorito, Saúl. Y no solo eso, sino que la gallega comenzó a expresar que estaba sintiendo una tremenda decepción respecto a su relación, la cual se estaba replanteando por varios motivos. Alejandro no daba crédito: "Sus palabras me duelen, porque en ningún momento de la relación me ha transmitido ella eso".
No obstante, todavía iba a ir a peor. "Nos levantamos, vamos al gimnasio, que a mí no me gusta. Está muy pendiente de que su abdominal esté bien, yo soy todo lo contrario. Soy la persona más natural del mundo", sentenció Laura. Y continuó: "El problema es que en mi pareja no hay planes, ¿te puedes creer que no me ha llevado al Retiro, ni a ningún lado?". "Otra cosa que me raya es su entorno. No me voy a ir a vivir con él y no voy a seguir con él", le expresó contundente la gallega a su soltero: "Me acabo de quitar un peso de encima".
Decepción tras decepción
Por su parte, Alejandro tomó la estrategia de acción-reacción. Irene, su tentadora, la cual a penas había aparecido en las imágenes de Alejandro, tomó mucha más relevancia en la experiencia a raíz de la desgastada visión del madrileño sobre su relación con Laura. Poco a poco, se van acercando hasta mantener una relación más estrecha que llegó a aparecer en el adelanto del pasado programa que quizás Alejandro habría caído en la tentación. "La conexión con Irene cada vez ha ido a más. Estoy muy cómodo con ella y quiero fluir", expresó la pareja de la gallega ante las cámaras del programa.