Hace tan solo unos días desde que se produjera la muerte de María Teresa Campos y parece mentira que la comunicadora ya no esté. Fue el día 5 de septiembre cuando se conoció la noticia del triste fallecimiento de la periodista, quien se marchó de forma repentina pese a llevar un año deteriorándose poco a poco. Un ingreso de tan solo un par de días en el hospital terminó con su vida por una complicación respiratoria.
La tristeza es absoluta en todos los que la quieren pero, como le sucede a todo el mundo cuando alguien fallece, la vida continúa y los deberes y obligaciones de cada uno siguen siendo los mismos. Alejandra Rubio fue la primera en incorporarse a su puesto de trabajo en 'Así es la vida', tan solo un día después de que se produjera la incineración de su abuela. No fue nada fácil para ella, quien tuvo que dar la cara por toda la familia que ha tardado más en reaparecer.
Uno de los temas que más se ha tratado ha sido el de la herencia de María Teresa Campos, de quien se ha descubierto que no había hecho testamento, lo que hace que sean sus hijas las herederas universales a partes iguales. Hay quien le ha preguntado a Alejandra Rubio sobre esta herencia pero ella ha asegurado que no quiere saber nada y que no va a decir nada públicamente al respecto.
Su único interés
Alejandra Rubio ha explicado que su abuela ya le dio en vida algunas cosas que ahora ella atesora con mucho amor pero ha puntualizado en 'Fiesta' que sí que hay una cosa en concreto que le gustaría tener como herencia de su abuela: " Lo único que quiero es el traje amarillo de cuadros que se puso para venir aquí ", revelaba haciendo alusión a un estilismos utilizado para la entrevista que concedió a Emma García.
" No tiene valor absolutamente nada ", puntualizaba. Sin embargo, para la hija de Terelu Campos tiene un gran valor sentimental porque, como bien ella ha contado, "se inspiró en mí". No cabe duda de que se trata de una pieza muy importante para Alejandra Rubio y que por eso ha sido lo único que ha pedido de la herencia que queda de la gran María Teresa Campos.