Tras una espera más larga de lo normal, el pasado lunes 6 de julio la octava edición de 'MasterChef' llegaba a su final más histórica por varios motivos: se disputaría a tres -algo que nunca ocurrió antes-; y porque la pandemia mundial por el coronavirus había obligado a parar las grabaciones y que posteriormente hubiese que cambiar ligeramente la dinámica del programa para cumplir las normas sanitarias para evitar contagios, como las distancias de seguridad entre los jueces o los invitados.
Pero hubo especialmente dos concursantes que, a medida que avanzaba el concurso, ellos estaban más cerca. Concretamente Alberto y Luna. Su tonteo fue evidente prácticamente desde el primer programa. La cosa no dejó de ir a más emisión tras emisión, convirtiéndose en el 'shippeo' de la edición. Los aspirantes a chef siempre han querido mantener la incógnita delante de las cámaras de si había algo o no entre ellos.
Pero ya en la gran final y una vez que ambos se habían despojado ya de sus delantales blancos, Luna y Alberto pusieron el broche de oro a su concurso mostrando que al menos se llevaban otro gran premio: a ellos mismos. Tras la última prueba de exteriores -que tuvo lugar en 'El Bohio', el restaurante de Pepe Rodríguez-, el cocinado caótico de Luna le costó el quito puesto; mientras que Alberto se tuvo que conformar con el tercero tras una impecable prueba de su rival Iván. Tras la doble expulsión, Samantha felicitó a los dos concursantes por su trayectoria el en concurso y los animó a festejar por su éxito en los fogones sentimentales: "¡Qué viva el amor!", decía al mismo tiempo que Luna se lanzaba a besar -tímidamente- a Alberto, protagonizando uno de los momentos de este último capítulo de 'MasterChef 8'! Pero la cosa no se quedó ahí.
Ya en la gran final en la que Ana, Andy e Iván lucharían por hacerse con el ansiado título de ganador, todos los concursantes de la edición (incluso Saray) han podido apoyar a sus compañeros en un momento decisivo. Y fue nada más entrar en plató cuando Alberto y Luna tuvieron su otro gran momento de protagonismo antes de que arrancase el cocinado. Los aspirantes a chef volvían a ser preguntados por su historia de amor nacida en el concurso: " Nos queremos mucho ", confesaba la canaria. Y fue entonces, tras mucha súplica de los allí presentes, se volvieron a fundir en un romántico beso. Eso sí, esta vez mucho más tímido y menos espontáneo que el anterior.
Ana ganadora de la edición
Más allá de amor cocinado a fuego lento (o eso se creía) en las cocinas de 'Masterchef', hubo quien gracias a su buena mano con la cocina ha conseguir llevarse el título de ganadora de la edición. Tras un cocinado reñido digno de una gran final, Ana fue coronada como la Chef de esta octava edición. La joven había tenido el respaldo de la chaquetilla blanca desde el penúltimo capítulo y gozó de las privilegiadas vistas durante el último cocinado en plató antes del gran duelo final.
Un amor que vio la luz en el confinamiento
Bien es cierto que para los telespectadores que han seguido muy de cerca a lo concursantes del talent culinario de TVE, este romance era de todo menos una sorpresa. Ya durante el parón en las grabacciones del concurso a causa del coronavirus, Luna y Alberto habían hecho pública su relación ante la imposibilidad de permanecer ocultos durante un tiempo que parecía eterno. Fue el pasado 24 de abril cuando la canaria compartía una fotografía de ambos en su perfil oficial de Instagram que parecía toda una declaración de intenciones: " Uno de los regalos que me ha dado 'MasterChef' ".