Todos los espectadores estaban dudosos, y es que después de que la madre de Alba Carrillo, la nueva celebridad televisiva Lucía Pariente, decidiera abandonar S'Supervivientes 2017', su hija se posicionó en la cuerda floja y todo apuntaba a que ella iba a tomar la misma decisión, sin embargo, al final no ha sido así, y hay más de un motivo para ello.
Entre otras cosas, una de las razones por las que debe permanecer en la isla es el dinero, por lo que dijo desde un primer momento que participaría, y es eso, lo que puede llevarse si gana y lo que se está llevando por participar por lo que ha decidido quedarse a pesar de los duros enfrentamientos que ha tenido con Gloria Camila o con Laura Matamoros.
En caso de abandono, también sería su ruina, porque a pesar de cobrar 26.000 euros semanales por estar en la isla de Honduras, tendría que abonar 100.000 euros al ser penalizada por marcharse sin que la expulsen. Y es una deuda que no puede asumir.
Además, si acaba de mala manera con Telecinco -hay que recordar que ya abandonó 'El debate de GHVIP'- no podrá abrirse hueco en el conglomerado audiovisual, y es que su sueño es ser presentadora, a pesar de que ya lo consiguió con 'Hable con ellas'. No sería la primera vez que sale de otro trabajo 'escopetada', como dice Jorge Javier Vázquez, quien siente pena por ella, pero nada de nada por su madre, y añade: "En el concurso Lucía ha ejercido una influencia dañina sobre su hija. La ha sacado de quicio, ha impedido que confraternizara con el resto de compañeros y en ningún momento ha permitido que Alba creciera como concursante".
Más que claro
Y es que, el presentador del concurso en el que se encuentra, no ha sido nada objetivo con estas palabras a pesar de que su puesto en el programa tendría que ser visto desde la objetividad: "Es muy inestable y emocionalmente imprevisible. Tengo suficientes motivos para no soportarla pero hay algo en ella que me produce ternura, quizás porque la veo víctima de una madre controladora y poco dotada para las relaciones afectivas".