Alba Carrillo busca tomatazos para sus enemigos participando en La Tomatina de Buñol

Alba Carrillo se apunta a un batallón y no le importa hacer todo lo que esté en sus manos para dar el mejor contenido allí donde trabaja (no hay que dejar en el olvido cuando en 'Hable con ellas' tuvo que acudir a urgencias tras caerse desde lo alto de una colchoneta). Por eso este verano 2018 y cuando parecía que se iba a retirar de la pequeña pantalla, la modelo reapareció en el papel de reportera intrépida de 'Ya es mediodía fresh', quien le brindó la oportunidad de cumplir uno de sus grandes sueños: asistir a la tomatina de Buñol.

Fonsi Nieto y Feliciano López también se llevaron algún tomatazo / Foto: Telecinco.es

Sin pensárselo dos veces se vistió un poncho y unas gafas de bucear y se plantó en medio de 20.000 personas esperando a recibir un buen tomatazo. Y no se hizo esperar. Pero lo que realmente quería la modelo era lanzar un buen tomatazo a todos y cada uno de sus enemigos tanto del pasado como del propio presente. Así que ni corta ni perezosa empezó una encuentra entre la multitud para saber a quién darían un tomatazo los guerrilleros: a Fonsi Nieto o a Feliciano López. Y la cosa estuvo realmente reñida.

¡Hasta encontró Alba Carrillo el amor entre la multitud!

Por supuesto, su enemiga número 1 ahora mismo, Laura Matamoros, no se iba a quedar sin su buen ración de fruta fresca (u hortaliza, debate aparte). O al menos lo intentó aunque realmente se acabó comiendo sus propias palabras: " ¿Cuántos kilos de tomates lanzaríais a Laura 'Matamorros'? ", preguntó a varias de las asistentes que resultaron ser del 'Team Laura': "Ninguno, ¿por qué?", respondieron en un tono amenazante. Así que Carrillo tuvo que coger sus tomates e irse.

Alba Carrillo con un apuesto pretendiente en la Tomatina de Buñol

Pero no pasaba nada porque la exsuperviviente estaba allí para vivir su sueño y disfrutar de la fiesta. Pero avispada como es ella, ¡hasta encontró un candidato a ocupar su corazón! Así es, el apuesto pretendiente era Mariano, un señor de la localidad (se le reconoce fácilmente porque para las fiestas del pueblo se puso su mejor traje blanco y una pajarita roja) y unos cuantos años más que la reportera. Pero no hay edad para el amor y no se lo pensó dos veces a la hora de cumplir los deseos de su amante y pedirle la mano. Quién sabe si a la tercera va la vencida para Alba Carrillo (y por intentarlo que no quede).