Alba Carrillo está desbocada, y no es para menos. Durante las dos pasadas galas de 'Gran Hermano Vip 7' la exmodelo ha tenido que leer tuits donde la dejaban como la amiga líder controladora de un grupo de chicas típico de las películas noventeras norteamericanas y por si fuera poco ha tenido que escuchar como el público la abucheaba a ella mientras que a su archienemigo número uno dentro de la casa, Kiko Jiménez, la audiencia le aplaudía y le daba la razón, algo que ha terminado por desquiciar totalmente a la concursante.
En la gala del martes 8 de octubre de 'GH VIP 7' se pudo ver cómo el encontronazo que tuvieron Alba Carrillo e Irene Junqueras dejó a la excolaboradora de 'Jugones' totalmente devastada y con un ataque de ansiedad, afirmando que si se pudiese ir sin pagar una penalización lo haría. Por su lado, Alba Carrillo tampoco lo pasó nada bien con este enfrentamiento pero por motivos muy diferentes. Mientras que Junqueras se sentía así por haber perdido a una amiga dentro de la casa, la exmodelo estaba sufriendo con cómo estaría quedando su imagen de cara al exterior, algo que nuevamente no ha dejado en muy buen lugar a la colaboradora de 'Ya es Mediodía'.
Nuevamente, tras poner estas imágenes Junqueras intentó defender a su amiga, pero una vez terminó la gala, Carrillo se dirigió hacia ella para explicarle que una vez más no lo hizo bien y que debería haber dicho otra cosa. Esto volvió a crear un conflicto entre las concursantes, haciendo que Carrillo pregonase por toda la casa que quería abandonar el concurso. Este intento de abandono hizo que Kiko Jiménez le dijese a la modelo que si se quería ir lo hiciese pero que dejase de quejarse. Ante estas palabras del exviceverso, Alba Carrillo saltó en cólera y se dirigió al confesionario dispuesta a abandonar el concurso: "Me voy, Kiko y Joao se quieren quedar, me voy y que los dos se queden", dijo la concursante, que acto seguido se quitó el micro.
A Alba Carrillo se le va de las manos
"No quiero saber nada de esta mierda de concurso. Ya les he dicho que me piro", dijo la modelo al salir del confesionario y dirigirse hacia el salón. Y es que aunque sus compañeros intentasen tranquilizarla la modelo ya estaba fuera de sus cabales, discutiendo con Kiko Jiménez y llorando sin parar. Es por esto que el Súper la llamó al confesionario nuevamente, pero la modelo, lejos de acatar las instrucciones del super, le mandó 'a la mierda': "Una mierda voy a ir al confesionario. Si es para sacarme de aquí voy, si no, no me muevo", dijo la modelo bastante enfadada.