Todo ocurrió cuando ella tenía 19 años y todavía estaba en la universidad estudiando Filología Inglesa en Madrid. Como muchos estudiantes, Ugarte vivía con sus padres e iba a la universidad en transporte público. Pero además de esto, esta aseguró que por aquel entonces era una persona que no tenía reparo en hablar con cualquiera y siempre conocía gente de lo más dispar en el tiempo que pasaba viajando.
"Me puse a hablar con una chica. Nos sentamos en el andén del metro y era muy maja", recuerda de aquel momento. La conversación entre ellas continuó porque ambas estaban esperando el mismo metro y se sentaron al lado en vagón. Fue entonces cuando la conversación se fue por unos derroteros que le parecían un tanto extraños: "Me preguntó qué edad tenía, si estudiaba y si tenía novio, y le dije que no".
Fue tras esta respuesta cuando las cosas fueron todavía más extrañas con una propuesta totalmente incomprensible para ella: "Entonces me dijo que conocía a un chico muy majo y que le gustaría cenar una vez a la semana y que nos fuéramos de casa rural unos tres días", recuerda: "Estaba el plan de rodaje como muy armado. Yo no sabía lo que me estaba proponiendo".
"Me lo dijeron ellos: 'Prostitución, Adriana"
Por supuesto, Adriana Ugarte no aceptó esta propuesta y siguió con su vida como si nada. Fue luego cuando se lo comentó a sus padres en casa y estos le descubrieron de lo que se trataba realmente: "Me lo dijeron ellos: 'Prostitución, Adriana, de lujo, de jovencitas y estudiantes'". Así fue como la actriz descubrió la red de prostitución de lujo de chicas jóvenes, algo que le picó la curiosidad y decidió buscar por su cuenta. Fue entonces también cuando descubrió que muchas más chicas de las que se podía imaginar hacían este tipo de cosas para ganar dinero y permitirse ciertos lujos mientras estaban en la universidad.