Y directamente ha ido al grano, hablando del fichaje de su expareja Hugo Sierra y su madre Elena Rodríguez para 'Supervivientes 2020'. "Yo también estoy flipando, no sé qué va a salir de ahí... O sí... Me lo puedo imaginar", aseguraba explicando que en el primer episodio de su canal iba a contar cómo se conocieron y cómo llegaron a esa mala relación que ha quedado más que patente con sus intervenciones públicas en los platós de Telecinco.
Todo comenzó cuando la madrileña, después de mes y medio de relación, decidió dejarlo todo por amor, hacer la maleta e irse a vivir a Palma de Mallorca. A eso se le sumó que "queríamos tener un bebé. Ella, como es lógico, quería que nos conociéramos poco a poco. Yo ahora lo veo así, pero ya sabéis que yo no estoy bien de la cabeza y me vine".
Poco tiempo después llegó el embarazo. Una gran noticia que Adara tenía mucho miedo de contar a su madre, por lo que decidió que tenía que ser Hugo Sierra el que le contara que iba a ser abuela: "La llamamos, pusimos el altavoz, le dije que tenía algo que decirle y cogió Hugo y la dijo 'que está embarazada'. Se empezó a liar, cogió y le dijo que qué estábamos haciendo, que se nos estaba yendo la cabeza, que las cosas no se hacían así... Lo entiendo totalmente".
En ese momento empezaron las tiranteces entre ellos. Unas tiranteces que nunca han llegado a arreglar y que solo fueron empeorando con el paso del tiempo: "Siempre ha habido eso ahí de fondo. Mi madre siempre ha estado disgustada de cómo han pasado las cosas. Hugo siempre ha estado pensando que ella no le tiene que decir nada".
Adara se siente entre la espada y la pared y cree que las cosas no van a salir bien, algo que le ha llevado incluso a emocionarse: "Aunque la hayáis visto contenida por no querer perjudicarme en el concurso, ella es muy pasional, muy sensible, tiene mucho carácter.. Y Hugo tiene una personalidad muy marcada y mucho carácter también. Todo lo que llevan vivido más esas personalidades tan fuertes... lo que puede salir de ahí... Todo eso unido a frío, hambre, sueño... La bomba puede llegar hasta aquí".
Eso es lo que considera que va a ocurrir, pero a ella le gustaría que pasara totalmente lo contrario: "Ahí lo que hay es tiempo, otra cosa no, pero tiempo hay de sobra. Me gustaría que pudieran hablar, que pudieran llegar a empatizar, que pudieran llegar a decirse sin pisarse lo que han sentido en cada momento, lo que han pensado,... Eso sería maravilloso. A mí me haría las cosas mucho más fáciles. Sería increíble", decía emocionándose al pensar "en que a esa cosita que tenemos en común le haría súper feliz que su abuela y su padre se llevaran bien".