Galería: Festival de Eurovisión 2013
Eurovisión suele ser una plataforma para artistas que comienzan y que buscan conseguir fama para labrarse una carrera en el mundo de la música. Otros, como en el caso de España en esta edición con El Sueño de Morfeo, es un grupo consolidado que lleva varios años de éxito que ha querido vivir una nueva experiencia.
Y luego está Reino Unido, que ha tenido como representante a Bonnie Tyler, una estrella de la canción que no quiso ir al festival cuando se lo pidieron hace 30 años porque consideraban que no era su momento.
2013 debió ser su año, pues Bonnie Tyler se mostró encantada de viajar a Suecia para cantar 'Believe in me', el tema con el que ha representado a Reino Unido. La estrella se plantó la número 15 en el escenario con su voz ronca, su melena rubia y un vestido negro.
La puesta en escena no fue nada del otro mundo, pero la voz de la galesa probablemente haya cautivado al público igual que lleva haciéndolo desde hace más de tres décadas. Quizás el hecho de ser una vieja gloria le dé puntos, o quizás se los reste.
Bonnie Tyler se acordó de sus padres
Lo que sí es cierto es que la cantante de 'Total Eclipse of the Heart' siente que "ha sido bendecida" por el espíritu de su madre y que "tiene fe en que los ángeles le guíen en su actuación". De hecho, la artista se imagina que sus progenitores 'verían' de la siguiente forma el concurso europeo: " mi madre estaría en la luna viéndome cantar y mi padre en el bar comentándolo con sus amigos".