A esto añaden que, pese a todo lo dicho, la autopsia no pudo determinar que Edwin Arrieta muriese a manos de Daniel Sancho, no pudiendo probarse así el asesinato, delito que podría costarle a Daniel Sancho la pena de muerte: "Si a esto se suma que en la diligencia de autopsia los forenses dicen que, como no hay humor vítreo, no se puede saber ni cuándo murió, ni sabemos cómo, ni el mecanismo de la muerte. Lo que sí sabemos son las lesiones que tenía Daniel y unas lesiones que tenía el fallecido en el occipital".
De no probarse ni inculpársele el delito de asesinato, Marcos García Montes tiene claro que Daniel Sancho estará en España de vuelta en cuestión de un par de años: "El desmembramiento de una persona muerta es una profanación de cadávares que tiene pena de un año o una multa. Sé que esto es muy exagerado, pero aquí tenemos que centrarnos en lo que pasó y está desacreditado por la policía va al Código Penal tailandés que dice: el homicidio imprudente agravado tiene pena de 10 años y el no agravado, de 8 años o multa", asegura recurriendo así a las leyes tailadensas.
Las malas prácticas de la polícia, otra línea de defensa
Recuerando unas declaraciones del programa 'Equipo de investigación', el abogado insiste en que al joven no le tendría que caer una pena de muchos años, todo lo contrario: "El Fiscal Jefe del departamento donde nos encontramos hizo una declaraciones en 'Equipo de investigación' en las que dijo que si se probaba todo esto, él con un tercio de la condena estaba en España, está en España en tres años y medio", alegando además que Daniel Sancho en todo momento se defendió como muestran algunas de las pruebas que aportan con las heridas que tenía el joven el día de los hechos: "No se van a pedir pruebas periciales sobre el estado mental, sino para acreditar que Daniel Sancho, bajo una tentativa de violación y en legítima defensa, no se defendió, sino que le agredió. Y esto en España sería un accidente porque no sabemos la causa de la muerte".
Lo que también quieren demostrar en el juicio fue la 'mala praxis' de la polícia tailadesa desde el primer momento con su cliente: "Yo hablo con Rodolfo Sancho a mediados de agosto (...) y día el 21 nos enteramos por la prensa que la Policía filtra unas declaraciones del jefe del equipo de investigación diciendo que había habido una pelea. Entonces la premeditación, la codena a muerte estaba fuera", pero las filtraciones siguieron y cada vez encontraban más evidencias de esa mala forma de actuar: "De repente nos aparece otro inspector de policía que filtra cómo está firmando Daniel Sancho su declaración sin abogados, si nada, y su declaración que viene en tailandés. Y lo más importante es cómo se puede producir una supuesta y patética reconstrucción de los hechos sin abogado, sin juez, sin fiscal, que no dejan precintado el lugar", asegurando así, según él, la poca veracidad de la investigación policial.