El 6 de julio de 2006 llegaba a su fin una de las series más aclamadas del panorama televisivo español, 'Aquí no hay quien viva'. Después de conquistar con sus alocadas y divertidas historias, los habitantes del ya mítico edificio de la calle Desengaño 21 cerraron las puertas de su casas con grandes datos y una meta cumplida: entrar en el top de la ficción.
Durante las cinco temporadas que Antena 3 tuvo en su poder la historia de estos peculiares vecinos, fueron numerosos los momentos que se quedaron en la retina de los espectadores y que crearon un punto de inflexión. Por ello, en el aniversario de su despedida, repasamos 9 aspectos relacionados con las tramas, los personajes y el propio formato que creemos encandilaron a la audiencia de tal forma que, difícilmente, podrían ser olvidados.
1.- Un comienzo pegadizo
2.- 'Un poquito de por favor' como lema
Cada actor le otorgaba a cada personaje ese toque tan especial. Pero si había algo que hacía aún más fácil esta tarea era el guion. Más allá de las gracias y bromas, para otorgarles de personalidad, en la serie jugaron un gran papel las coletillas. ¿Quién no se ha reído con Concha y su "¡Váyase señor Cuesta, váyase!" en cada junta, al igual que la apreciación de Marisa con el look de la pija y su "¡Qué mona va esta chica siempre!", o Mariano (Eduardo Gomez) y su "ignorante de la vida".
Son decenas las frases que se podrían mencionar, pero ninguna superaría la influencia que tuvo en los espectadores la pronunciada por Emilio, el conserje. Con su "un poquito de por favor" cada vez que algo le descuadraba arrasaron y consiguieron un sitio en el podio de las frases más repetidas y representativas allá por donde fuera.
3.- Todo queda en familia, o en la comunidad
'ANHQV' se tomaba más que en serio eso de que "el roce hace el cariño". Más allá de crear férreos lazos de amistad entre vecinos, pronto comenzaron a aflorar las relaciones amorosas: Emilio y Belén, Juan e Isabel, Vicenta y Andrés... todas las combinaciones posibles.
Esa conexión entre personajes tan directa levantaba mucha expectación, provocando que la audiencia estuviera más que pendiente a ver cuál era el siguiente paso. De hecho, tal fue la importancia de estas parejas surgidas al abrigo de la comunidad que, la aparición de una de estas, la de Juan e Isabel, permitió un gran giro en la trama a mitad del partido.
La llegada de Isabel al corazón de Juan dio salida a Paloma y su dilema en la trama tras caer en coma. Colateralmente terminó por darle una mayor vida a la familia que dejaba, a la encabezada por Andrés, que encontró una nueva línea argumental con él dándole celos con su cuñada.
4.- Las puertas con tres mirillas
Una de las cosas más entrañables que tenía esta comedia era la mezcla de generaciones. Y en la más adulta de todas se encontraban las entrañables Vicenta, Concha y Marisa. Con la mudanza de la segunda a casa de las hermanas propicio una nueva moda: las puertas con tres mirillas.
Míticas son ya las escenas de las tres juntas pegadas a la puerta tomando nota de la vida de sus vecinos, en especial la de Mauri y Fernando con los que compartían rellano. Junto al pequeño Valentín, el perro de la comunidad, formaban un grupo de lo más singular y, por supuesto, de lo más cotilla.
Eran ellas quienes tenían en su poder toda la información y la movían por el edificio en pocos segundos. Dignas representantes del arte del chismorreo, con sus maneras de hablar y expresarse, y sus descabelladas conclusiones, conseguían sacar sonrisas por doquier.
5.- La llegada de 'radio patio'
Como consecuencia de la anterior, de la formación del tandem de las 'supernenas', acabó llegando el 'periodismo' rosa a la comunidad. El videoclub de Paco fue testigo del nacimiento de 'radio patio', la emisora de estas tres señoras donde trataban los temas que afectaban a sus vecinos.
Nadie escapaba a su análisis, seguimiento y lengua crítica. Esas tertulias, primero nocturnas, eran el reflejo de lo que habían estado haciendo durante varias temporadas entre ventanas en el patio y en los rellanos y llegaron a tener gran importancia en la historia y precipitaban sucesos entre los personajes. Uno de los ejemplos a destacar de sus coberturas tan particulares se podría encontrar en el episodio donde se celebra la boda de Mauri. ¡Eran pura naturalidad!
6.- Sin miedo a la novedad
Bien es cierto que fueron cinco las temporadas que se mantuvieron y que esto obliga a buscar alternativas de guion, pero pronto demostraron que no había miedo. Resultaba un aire fresco ver cómo cada temporada iban apareciendo nuevos personajes, como Yago (Roberto San Martín), uno de los novios de Lucía, o Nieves (Carmen Balagué), la hermana de Juan, que se llegó a convertir en un imprescindible.
Estas llegadas obligaban a recomponer personajes que podían estar más desdibujados y que, con el tiempo, podían llegar a perder interés. Eso, por ejemplo, fue lo que sucedió con Bea y la llegada de Ana (Vanesa Romero) y el conflicto que se generó cuando Rafael, el padre de Lucía, decidió meterse de lleno en la comunidad, juntándose con la madre de Belén, y arrasando con todo a su paso.
7.- Las alocadas juntas de la comunidad
Hay que reconocer que si algo llamaba la atención eran esos momentos de junta en la que todos los vecinos se reunían. Estos momentos, sin lugar a duda, eran los que más conflictos generaban y los que precipitaban que el caos llegara al edificio, además de las risas en los espectadores. El nunca estar de acuerdo, la desgana, las derramas y las peleas eran el denominador común a cada episodio en el que se celebraba una.
Aquí, además, quedaba claro cómo era cada uno y eso era algo que encantaba, el verlos en estado puro: Cuesta intentando ser presidente, las 'supernenas' yendo a contracorriente, Paloma defendiendo a su marido, Emilio despistado, Lucía y Mauri los más reivindicativos... Aunque la casa de Juan era el punto de reunión más común, según avanzaban las temporadas, y los presidentes, acabó encontrando otros lugares, llegando incluso a celebrarse en el videoclub o en el portal, estas de manera más clandestina.
8.- Las dos perspectivas: masculina y femenina
Era muy curioso ver cómo enfrentaban los hombres y las mujeres de la comunidad sus diferentes conflictos sentimentales. Aunque ambos mundos terminaban encontrándose.El videoclub de Paco y el piso de Belén simbolizaban las diferencias entre todos esos personajes.
Divertidos eran los momentos en los que, por ejemplo, Lucía se desesperaba, Belén hablaba de Emilio, Carlos rivalizaba con Roberto o Josemi parecía ser más adulto que todos los que le rodeaban en ese momento. La contraposición de los dos universos fue algo que se mantuvo desde el comienzo, uno de los puntos fuertes de la comedia en cuanto a guion se refiere.
9.- 'El ascensor de los horrores'
Es otro de esos lugares talismanes de la ficción de Antena 3. Durante muchos capítulos era el blanco de las iras de los habitantes del edificio por no funcionar y, cuando se arregló, por no hacerlo cómo debería.
En más de un capítulos los espectadores fueron testigos de las cosas que no hay que hacer cuando se estropea y estas dentro. De hecho, tal era la mala suerte que tenía incrustada este elemento que Natalia tuvo que dar a luz a su pequeña Yamilei dentro de él. ¡Todo era un caos cuando entraba en juego!