"Es un «gusano» pero también un pobre hombre, así que no le deseo en absoluto todo el mal que ya se encargará de hacerle esta España miserable y sus miserables «autoridades» cuando deje de ganar medallas. Olvida que Roma no paga traidores, cosa que todo cubano debería tener siempre presente", han sido sus palabras.
Orlando Ortega paseó su plata con la rojigualda a hombros
El pasado martes 16 de agosto consiguió tocar el cielo al llegar en segunda posición a la línea de meta en la prueba de los 110 metros vallas. Una medalla de plata que le supo a oro y que paseó por todo el estadio olímpico junto a la bandera de España.
Y es que nada más saber que iba a subir al podio buscó entre el público alguien que le diera una bandera española. Es más, un espectador le ofreció la bandera cubana y él ignoró ese ofrecimiento y siguió en busca de la rojigualda.