Un kamikaze ebrio que circulaba con una furgoneta en sentido contrario por la carretera C-32 a la altura de Cabrera de Mar (Barcelona) chocó frontalmente contra el vehículo en el que viajaba la joven acompañada de Javier Arraut G., sobrino de la mujer del alcalde de la Ciudad Condal Xavier Trias. Los jóvenes, de 18 y 20 años, respectivamente, y con toda una vida por delante, fallecieron en el acto.
Un kamikaze acabó con la vida de Carlota
El suceso se convirtió en uno de los temas del momento. Lo más leído de los periódicos digitales, noticia en todos los telediarios y portada de todas las revista de la prensa rosa. Un suceso público que cada uno llevó como pudo.
Así, pudimos ver a Eva Cobo totalmente destrozada a su llegada al funeral de su hija celebrado en el cementerio de Parc de Roques Blanques (Barcelona), así como a un Toni Cantó que se esforzaba por contener la emoción.
Toni Cantó se volcó en el trabajo para superar la muerte de su hija
Doce meses después poco a poco su familia ha ido retomando su vida con normalidad -Toni Cantó confesó en una entrevista que "hacer mi trabajo me da la vida y me la dio también en ese momento"-, aunque siempre teniendo muy presente a Carlota Cantó Cobo, una joven de 18 años deportista, estudiosa y, sobre todo, solidaria.
Carlota Cantó Cobo: una futura empresaria volcada con los más desfavorecidos
Y es que la joven podía haberse convertido en una modelo de élite pero cambió las pasarelas por los viajes solidarios y la carrera de Administración y Dirección de Empresas que comenzó a cursar en Barcelona meses antes de fallecer.
Así, después de participar en la Singular Stop Fashion Festival celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Unión Fenosa (Macuf) en junio de 2009 en Galicia, pasó una temporada colaborando con una ONG en África antes de comenzar su estudios universitarios. Todos sus sueños y sus iluiones se vieron truncados por un fatal accidente que se podría haber evitado.