Desde que fue diagnosticada, su forma de tratar algunos asuntos cambió, incluso su manera de verse a sí misma, como señala a Daily Mail: "Antes solía importarme lo que la gente pensaba y decía de mí. Ahora no me molesta si la gente escribe sobre mi cara, es bastante trivial". A pesar de que sea consciente con lo que tiene y lo que ha vivido, no deja de emocionarse con este tipo de declaraciones.
Desde enero, esta mujer perteneciente a la alta sociedad inglesa, fue diagnosticada tras volver de un viaje de esquí. Tenía 44 años cuando recibió la noticia y se había sometido a unos análisis porque había notado que su físico se había deteriorado rápidamente y no se encontraba como antes: "Fui a los médicos para hablar de mis últimos resultados de análisis de sangre y el doctor me dijo que sospechaba que fuese un tumor".
Ganando la batalla
Se ha pasado prácticamente un año en hospitales, pero ha querido ver el lado positivo a todo este proceso: "Así que, aunque ha sido una experiencia muy aterradora, también ha sido una experiencia muy hermosa en cuanto a las personas que he conocido, como la señora que se sentó junto a mí una vez esperando a su hijo a salir. Pude ver el sufrimiento y el dolor en sus ojos, y pude ver amor, y eso es algo muy bonito".
En cuanto al apoyo que ha recibido por parte de su familia, está muy agradecida: "Mi familia tiene este lema: 'Siempre está soleado en la cima'". Por lo pronto, nunca ha querido sentirse una víctima de todo esto, y asegura que su 'partido' todavía no ha terminado.