Tania Carrasco nació en Carabanchel como María Valverde, El Langui o Rosendo y desde pequeña siempre tuvo claro lo que quería hacer con su vida. Estudió Filosofía en la Universidad Complutense y aprendió a bailar mientras crecía su pasión por los tatuajes y piercings. En su día fue la reina de los ganchos y ahora quiere ser como 'la Fura dels Baus'.
La actriz ha confesado a la revista Interviú, de la que es nueva portada, varios episodios de su vida y algunas de sus pasiones ocultas. Según ella ha revelado vivió entre payasos y gitanos y eso le convirtió en una mujer auténtica: "Siempre he vivido con gitanos, con gente del barrio y me siento a gusto con ellos. Me enseñaron que todos somos iguales".
Además, Carrasco también ha revelado como llegó al mundo de la suspensión corporal, ese ritual en el que el cuerpo se queda en el aire sujeto solo por unos ganchos en la piel: "Conocí a la gente del colectivo 'A sangre fría', relacionados con los piercings y anillos. Me enamoré de aquello, lo probé y me gustó. Hay cosas que duelen más que coger la piel, estirarla y clavar los ganchos".
Su mayor prioridad
La actriz también ha confesado haber hecho de todo para sobrevivir, ha montado su compañía de teatro 360º con la intención de mostrar las artes escénicas más transgresoras y en la que está totalmente inmersa. Y confiesa que sus planes de futuros son "estudiar artes escénicas en Londres y ganar mucho dinero".