Su historia de amor ha dado la vuelta al mundo. Escaparon de la intransigencia y de la justicia de un país donde ser homosexual está penado con la cárcel. Durante tres días estuvieron incomunicadas en un centro de detención de Estambul, a donde habían llegado huyendo del padre de Shaza.
Al parecer su progenitor, les había denunciado por su condición sexual cuando ellas estaban en Dubai. Las jóvenes vivieron un auténtico calvario durante su huida, incluyendo humillaciones por parte de la policía turca. Ahora, en España, mucho más tranquilas su historia de amor continua sin censura.
Shaza y Jimena están perdidamente enamoradas. Así lo han demostrado en la sesión de fotos para la portada del nuevo número de Interviú. En ellas se les ve compartiendo miradas cómplices y mimos contantes acompañadas de una entrevista en la que hablan sin tapujos de la pesadilla que vivieron y de sus planes de futuro.
Un futuro mejor
Según ellas mismas han confesado, su próximo paso es casarse lo antes posible en una boda sencilla en Málaga. Además, la pareja tiene varios proyectos para luchar contra la desigualdad que sufren las mujeres y el colectivo LGT, como por ejemplo liberar a una chica retenida en un campo saharaui.
Por último Shaza, ha respondido de forma tajante a la pregunta de si en un futuro se ve reencontrándose con su familia: "Yo no veo a mi familia como mi familia. Me han hecho mucho daño y ahora no puedo pensar en el futuro. De momento, estoy aquí. Quiero aprender español y seguir con mis estudios", respondía claramente.