Sandra Ortega, la hija mayor de Amancio Ortega, se encuentra en un momento delicado en el ámbito profesional después de que haya acusado a su antiguo gestor de su fortuna de haber falsificado su firma con el propósito de beneficiar a Room Mate, que es la empresa hotelera de Kike Sarasola. Esta empresa lleva más de diez años en pérdidas y tal y como ha hecho saber la empresaria, habría recibido más de 130 millones bajo una operativa llena de fraudes, algo de lo que ha informado el medio El Diario.
Lo cierto es que esta no es la primera acusación, puesto que ya se había querellado contra su exgestor por apropiación indebida. El medio anteriormente citado ha tenido acceso a la querella presentada por Sandra Ortega y las dos empresas que se han visto involucradas, Rosp Coruna y la hotelera Room Mate, ha preferido no pronunciarse al respecto.
El ejecutivo José Leyte, que fue el gestor de la fortuna de Sandra Ortega, fue cesado de Rosp Curuna hace ocho meses. Y en esta querella se detalla que el directivo maniobró a espaldas de su jefa para que Sarasola recibiera préstamos con la garantía de que si no lo devolvía, la enorme fortuna de Ortega se encargaría de afrontar dicho préstamo. Fue el pasado febrero cuando Sandra Ortega anunció su intención de desprenderse de la participación del 31% que posee su fondo Rosp Corunna del capital de Room Mate.
El fondo de Sandra Ortega es actualmente el segundo accionista de la empresa, con un 30,74% del capital, solo por detrás de su fundador y presidente, Kike Sarasola, que posee el 63,4%. En vista de que la situación de la empresa de Kike Sarasola no es nada alentadora, fue en abril de 2021 cuando la hotelera Room Mate informó que ha suscrito un préstamo de 15 millones de euros con Atitlan, el fondo de deuda del yerno de Juan Roig, Roberto Centeno, con el que rescató a la compañía para poder llegar al verano.
Parece que no hay solución
Teniendo en cuenta la salida de Sandra Ortega dentro de su capital, la hotelera está intentando estudiar diversas alternativas para poder seguir adelante e incluso ha solicitado un préstamo de 52 millones de euros a la SEPI, aunque en vista de todo lo sucedido no parece que esta hotelera pueda llegar a salir a flote a largo plazo.