Después de comprobar el Palacio de Justicia de Asunción que habían abonado en el Banco Nacional de Fomento los 1.600.000 dólares de fianza conjunta, la Policía les condujo hasta su nuevo hogar tomando las precaciones necesarias por el estado de alerta sanitaria mundial por el COVID19.
Acusados de usar documentos falsos, el deportista y su hermano permanecerán en un hotel de cuatro estrellas y media del centro de Asunción, donde estarán permanentemente bajo vigilancia policial y en habitaciones separadas para evitar el contacto entre ellos.
Los pasaportes dicen que fueron un regalo
Desde el primer momentos ambos, que acudían al país para promocionar un programa asistencial para niños y niñas del país, han asegurado haber sido víctimas de un engaño y desconocer por completo que los documentos que llevaban eran falsos. Es más, su abogado ha declarado que fueron un regalo por los negocios que tenían previstos abrir en Paraguay.