La convivencia entre Juani y su marido Roberto comenzó a ser insostenible, pues éste impedía a su mujer salir con sus amigas e incluso, en una ocasión, cuando se celebraban las fiestas en el pueblo, la encerró en una finca que se encontraba a un kilómetro del domicilio familiar.
El pasado 17 de noviembre, Juani decidió volver al pueblo, después de enterarse que Roberto sufría una grave enfermedad y estaba recibiendo quimioterapia. La Policía Local se acercó al domicilio familiar para preguntar si todo iba bien, y ella respondió que todo iba bien. Aunque continuaban viviendo en casas separadas, ella en el domicilio conyugal y él en la finca.
Trágico finalmente
A las nueve de la noche, un vecino se encontró en la cera un gran charco de sangre que procedía del domicilio de la pareja. Los agentes, al entrar en la vivienda, se encontraron el cuerpo sin vida de Juani, que había sido asesinada a hachazos, y el de Roberto, también muerto, colgado de una cuerda.