La Corte de Apelaciones de Milán, que condenó en diciembre de 2020 al futbolista, considera que el brasileño actuó con especial desprecio hacia la víctima, que fue brutalmente humillada, además, los jueces del caso también han analizado los mensajes que el futbolista envió a la joven.
Además del jugador brasileño, su amigo Ricardo Falco también ha sido condenado a los mismos nueve años por participar en la violación colectiva. Junto con ellos, varias personas que no fueron identificadas por la justicia italiana abusaron sexualmente de una joven albanesa en la discoteca Sio Café de Milán en enero de 2013. El mismo tribunal hace hincapié en que la víctima no pudo defenderse y se hace saber que el jugador quiso confundir a los agentes que se encargaron del caso ofreciendo una versión falsa y previamente pactada de los hechos acontecidos.
En el momento en que ocurrieron los hechos, el delantero estaba en la tercera de las cuatro temporadas que jugó con la camiseta del Milán. De Italia pasó al Santos, el equipo brasileño, jugando en la liga china y volviendo a jugar en el Atlético-MG. Fue cuando estaba en Belo Horizonte cuando en noviembre de 2017 fue condenado por primera vez por la justicia italiana en el caso de la violación colectiva.
Su defensa puede recurrir
Por aquel entonces fue cuando los aficionados del equipo en el que jugaba empezaron a pedir la rescisión de su contrató. Mientras que se conocen más detalles de su entrada a prisión, su defensa tiene 45 días para presentar un recurso ante la tercera instancia de la justicia italiana. En el momento de su primera condena, en 2017, Italia dijo que no iba a solicitar la extradición del jugador hasta que se agotaran todas las instancias, y en cuanto a su carrera profesional ahora se encuentra sin club.