Reyes Calderón presenta su nueva novela 'Los crímenes del caviar' y nos ha contado todos los detalles de esta nueva historia de la Juez MacHor y el Policía Juan Iturri. La autora nos adentra en toda la trama y viviremos una trama trepidante.
Bekia: Presentas 'Los crímenes del caviar'. ¿Cómo estás ante el lanzamiento de esta nueva novela?
Reyes Calderón: Nerviosa. Estoy nerviosa siempre que presento una novela. Si gustará, si no gustará, si lo haré bien, si sabré transmitiros lo que quiero decir... pero bueno, contenta.
B: Después de tantos libros a tus espaldas todavía te sigues poniendo nerviosa.
R.C.: Llevo 30 años dando clase y cuando entro en el aula el primer día tengo diarrea.
B: Después de siete títulos, vuelves con la Juez MacHor y el Policía Juan Iturri. ¿Tenías ganas de seguir con sus tramas?
R.C.: Pues sí, la verdad que los echaba de menos a los dos. Echaba de menos a la Juez como persona y a Iturri pero también echaba de menos a la Juez como Juez.
B: ¿Qué nos vamos a encontrar en 'Los crímenes del caviar'?
R.C.: Vamos a encontrarnos una novela de intriga. Yo escribo para que el lector tenga ese punto de policía que llevamos todos dentro, para que también tenga su función ahí. Es una novela de intriga, de suspense, donde tienes que estar apostando por un personaje u otro. En ese sentido es un poco Ágatha Christie pero nos vamos a encontrar con seis muertes que se producen todas a la vez en un lugar de España súper seguro, donde nunca pasa nada y donde vive fundamentalmente gente con mucho poder económico, como es Sotogrande.
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Esas personas que fallecen todas son marqueses, millonarios, un príncipe árabe, un cardenal de la Iglesia Católica y no tiene ningún sentido lo que ha pasado. Todos han muerto de una vez y a partir de ese momento vamos a encontrar una novela con amor, con intriga, con humor y con todos los ingredientes para quedarse por la noche demasiado leyendo.
B: Me ha encantado lo de "muertes que no olían a pobre".
R.C.: Todos tenemos agresividad como condición humana porque somos animales. Lo que pasa que la agresividad se controla socialmente. Pero ese paso de la agresividad a la violencia, que la violencia extrema es matar a otra persona, depende también, que esa era mi duda, si había alguna correlación con ese valor, con la situación o posición económica. Un rico no va robando la cartera por la calle, aunque unos cuantos cleptómanos de los que van por las tiendas robando productos sí que hay en la clase alta, con gente de mucho dinero. Así que hay algunas cuestiones curiosas con esta criminalidad y luego hay cuestiones como la venganza, la ira, los celos que están presentes en todos nosotros, sea cual sea el tamaño de nuestra cartera. A mí me apetecía investigar un poco esos crímenes que no proceden de la necesidad o de esas clases marginales de drogadictos y demás, sino otro tipo de crímenes.
B: Entre esas muertes también está la del que fuera esposo de Lola MacHor. ¿Cómo va a influir esto en la trama de la novela?
R.C.: Pues influye mucho porque Juan Iturri, que está de Comandante en la Interpol, le piden hacer la investigación de hacer estas muertes y él se niega, hasta que se entera de que uno de los muertos es el marido de Lola. Obviamente, tiene que ir a ayudarla y obviamente, si Lola no tiene marido, pues se ha quedado viuda, él tiene más cancha.

B: Háblame de los protagonistas, ¿vamos a notar algún cambio en la Juez en esta nueva historia con respecto a las anteriores?
R.C.: Con respecto a las anteriores pues va pasando el tiempo. Es una de las cosas que tiene esta saga, el primer libro teníamos a Lola con 30 años de Juez de Instrucción en Pamplona y yendo directamente a levantar un cadáver. Aquí la tenemos en la Sala Penal del Tribunal Supremo donde ya no se tiene que ir a levantar cadáveres, se tiene que ir a hacer otro tipo de cosas porque tiene otra edad. Se han ido sus hijos, ahora está sola con su marido y tiene en la cabeza otras cosas diferentes. También tiene ese aliciente de ir viendo cómo va pasando el tiempo y cómo van pasando las cosas. Han cambiado las circunstancias personales de los dos y no han debido cambiar sus sentimientos.
B: ¿A qué otros personajes destacarías de tu novela?
R.C.: El concepto de rico y de crimen de rico es un concepto muy variado. Es un poco la diferencia entre Marbella, donde la gente va a exhibirse, a exhibir sus joyas y sus coches y otro tipo que es un tipo Sotogrande, donde se desarrolla la novela, donde la gente no tiene ningún interés en exhibirse. Ya se conocen entre ellos y no les gusta mostrar sus cosas. En ese contexto es en el que se desarrolla la trama y por eso hay otra serie de personajes.
Hay dos marqueses de setenta y tantos años que tienen mucho dinero pero son un poco tacaños y que les he cogido mucho cariño. Dos tipos muy divertidos que ya no tienen nada que perder y que se encuentran en esta historia porque uno de los muertos es su amigo del alma y se meten a intentar investigar y ayudar. De los muertos tenemos personajes variados, este empresario, un príncipe árabe, hay una mujer de la que no puedo hablar, hay un cardenal de la Iglesia Católica, hay muchos personajes pero sobre todo lo que hay es una acción prácticamente trepidante. Uno se pone a leer y no puede parar pero donde sí que uno puede hacer el papel de detective como lector, de ir tachando de la lista. Una especie de Cluedo.
B: ¿Por qué concretamente Sotogrande para ambientar la novela?
R.C.: No llegué ahí a la primera. He investigado mucho todos los escenarios. Me he pateado Marbella, Puerto Banús, todo Cádiz y me enamoré de Sotogrande. Es un sitio precioso. Un sitio como sitio, si quitaras a todo el mundo aquello es un paraíso y a mí que me encanta el mar todavía más. Luego tiene esa discreción. Estaba buscando un sitio donde nunca pasa nada, es uno de los territorios más seguros de España. No están acostumbrados a seis muertes de una vez.

B: En tu novela no va a faltar ni el amor ni el humor. Entiendo que también es importante para aligerar una novela policíaca.
R.C.: Sí. Yo creo que se produce una cierta tensión cuando te encuentras ante unos escenarios violentos y el amor, que es el contrapoder del poder, siempre al final son los que dominan el mundo, el amor y el poder, y luego el humor, porque cuando se encuentra en situaciones muy estresantes pues se hacen y se dicen cosas que habitualmente no dirías.
B: Tu novela está llena de sorpresas pero, ¿cuál dirías que es la clave para que una novela policíaca enganche desde el primer momento?
R.C.: Yo creo que hay que valorar al lector. Ahora estamos con información en todas partes, podemos comprobar cada una de las cosas que leemos porque tenemos redes sociales y ChatGPT. Entonces, hay que respetar mucho al lector. Yo me voy al escenario, lo huelo, me voy con la Guardia Civil, pregunto, me acompañan... Un poco la verosimilitud de la cuestión es importante pero después lo que hay que hacer es vivirla, divertirte tú para que se divierta el lector. Yo, si no me divierto con una novela, no la presento, eso está claro, y con esta me he divertido mucho.
B: ¿Qué tiene este género literario que a ti te tiene completamente atrapada?
R.C.: Eso dice mi madre, que por qué no escribo poesía, que es mucho más decente, que no da este tipo de cosas. A mí lo que siempre me ha llamado mucho la atención es ese salto de lo que hablábamos antes, de la agresividad a la violencia. Por qué alguien se arroba esta capacidad de arrancar la vida a otro y que ese alguien pueda ser tu vecino de la derecha, una persona de bien, tener familia... A mí eso siempre me ha llamado mucho la atención y eso lo que me ha gustado siempre investigar, la pura condición humana. Uno entiende que alguien que se coge un cabreo pegue un golpe a otro pero alguien que fríamente programe un asesinato de seis personas en Sotogrande, eso no me parece normal y me gustaría entenderlo y por eso siempre me he dedicado a investigar esto y no poesía que, por cierto, es un género muy complicado.
B: Son siete libros los que tienes de esta saga de la Juez MacHor. ¿Cómo recomendarías su lectura para gente que se esté incorporando a tus novelas?
R.C.: Cada libro está cerrado en sí mismo, osea que se puede leer sin haber leído nada de lo anterior pero si uno quiere seguir la vida uno empieza por el principio porque va cambiando la edad de los personajes, la situación familiar. Empezar por el principio. Pero se puede leer sin conocer para nada a los personajes.
B: Para terminar, ¿seguirá habiendo más novelas con estos protagonistas?
R.C.: Yo les echaba de menos. Si Dios quiere sí que tengo ganas de seguir hablando con Lola y con Iturri y viendo qué les ocurre o qué no les ocurre.
B: ¿Y te gustaría que en algún momento se hiciera una serie o película con tus novelas?
R.C.: Sí, la verdad es que algún productor ha estado leyendo y me encantaría. Ahora, tendrían que escoger muy bien los actores. Me gustaría a mí escoger.
Fotografías de Carlos Ruiz B. K.