Varios sospechosos
Diez años después de su muerte el caso volvió a salir a la luz porque las autoridades detuvieron a John Mark Karr en Bangkok, Tailandia, un profesor estadounidense. Al parecer, Karr se había adjudicado la autoría a través de un intercambio de correos electrónicos con el periodista Michael Tracey, y eso sirvió a la policía para detenerle. Aparentemente, el hombre estaba obsesionado con la menor, incluso pretendía escribir un libro sobre el trágico caso. Pero finalmente no se presentaron cargos porque tampoco había restos de su ADN en la víctima, aunque eso sí, fue detenido por pornografía infantil.
Ahora, veinte años después del crimen y tras muchas investigaciones, todo apuntaría a su hermano como culpable. Y es que parece que la culpa la tuvo un plato de piña por el que se pelearon. Supuestamente sus padres le cubrieron y ahí quedó el asunto. Las investigaciones de un documental para la CBS apuntan a que fue Burke, su hermano, quien la mató, aunque parece que fue accidental.
Aunque los investigadores creen que el niño no tenía intención de matarla, el éxito de su hermana como reina infantil podría haber suscitado en él muchas envidias, motivo suficiente como para arrebatarle la vida. Por otro lado, la familia de la niña nunca se ha involucrado lo suficiente y no han puesto todo de su parte para resolver el caso, que a día de hoy sigue sin resolver. Los padres de familia aseguraron que en el momento de la 'desaparición' su hijo mayor estaba durmiendo, aunque muchos piensan lo contrario.
Caso sin resolver
Por otro lado, la carta de rescate podría haber sido escrita por sus padres y la llamada telefónica en la que informaron al 911 de la desaparición de su hija deja oír seis segundos tras terminar de hablar con los servicios de emergencia, en los que se oye "¿qué has hecho? Ayúdame Jesús", que podría proceder de la madre. La larga nota de rescate que fue encontrado en el interior de la casa de la familia también fue reexaminada por el lingüista forense James Fitzgerald quien afirmó que fue puesta en la escena de manera clara y tenía faltas de ortografía deliberadas.
Burke, por su parte, proclama su inocencia, y dice que recuerda el momento en el que su madre entró desesperada a su habitación, despertándole porque su hermana había desaparecido. También dice que entiende que la gente pensara en su familia como sospechosa, pero que ellos no tuvieron nada que ver.