Gregorio Peces-Barba falleció en la mañana del 24 de julio como consecuencia de una insuficiencia renal complicada con una cardiaca, que le mantuvo ingresado en el Hospital Central de Asturias desde el pasado 16 de julio.
Su cuerpo fue trasladado desde Oviedo hasta su residencia madrileña de Colmenarejo, donde se instaló la capilla ardiente. Hasta allí se desplazaron familiares y amigos que quisieron dar el último adiós al expresidente del Congreso y uno de los padres de la Constitución Española, que falleció a los 74 años de edad.
Entre los rostros conocidos destacó la presencia del exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que estaba muy afectado por la pérdida; Tomás Gómez, secretario general del PSM y el expolítico y profesor Miquel Roca, otros de los padres de la Constitución.
El que fuera Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, desolada por la muerte de Peces Barba, y por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, fueron otros de los que pasaron por la localidad madrileña.
La Familia Real no se olvida de Gregorio Peces-Barba
Los Príncipes Felipe y Letizia no pudieron acercarse en persona a la capilla ardiente de Peces-Barba, pero no quisieron olvidarse de una figura tan importante en España y enviaron una corona de flores en señal de duelo.
Por su parte, los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía enviaron un telegrama para mostrar su dolor a la familia del fallecido donde señalaron la importancia que tuvo Peces-Barba en el establecimiento de la democracia en España y su defensa de los derechos y las libertades.