Iñaki Urdangarin ya ha pasado sus primeros días en la que será su residencia durante los siguientes 5 años y 10 meses. Y aunque por allí vaya todo bien, en la medida de lo posible, e incluso se llegue a comentar ya que hay cierto trato de favor hacía el cuñado del Rey Felipe VI; las familias del exdeportista están llevando como pueden esta complicada situación.
Tras el ingreso en prisión, lo más esperado en sus declaraciones al respecto y estas no han tardado en llegar. A diferencia de Ana Urdangarin, que no ha contenido su pensamiento: " Si mi padre viviera, quemaría La Zarzuela ", comentó en su momento. Por su parte, Mikel Urdangarin ha preferido mantenerse en el silencio.
Los medios le asaltaron a las puertas de un ultramarinos, donde se le vio haciendo la compra muy sonriente con los empleados. Pero en cuanto puso un pie en la calle y se topó con las cámaras y los micrófonos el cambio fue radical: cara seria y paso acelerado. Las únicas palabras que quiso dar fueron: " No me grabéis ninguna imagen, no quiero ninguna imagen ".
Ninguna visita prevista
Esta situación no está siendo nada fácil para la familia del marido de la Infanta Cristina, especialmente para la madre de este, Claire Liebaert. Siendo discretos prefieren mantenerse unidos y apoyarse entre ellos, como llevan haciendo desde que se destapó el caso Nóos. Tampoco se ha podido saber como será su vida respecto a Iñaki Urdangarin a partir de ahora y si Lucía, Laura, Clara o Ana Urdangarín se dejarán ver por la prisión de Brieva. La que no tiene previsto ir a visitar al yerno del Rey Juan Carlos es su esposa, la Infanta Cristina, que de momento permanece en Ginebra con sus hijos.