Ahora, tras conocerse esta decisión que mantendrá al brasileño en prisión hasta la celebración del juicio que se espera tenga lugar este mismo verano, ha salido a la luz a través de 'El programa de Ana Rosa' el primer testimonio que la presunta víctima dio la propia noche de los hechos, la madrugada del 31 de diciembre, cuando fue atendida por los agentes de los Mossos D'Esquadra en la propia discoteca.
"Le dije que me quería marchar, pero él me dice que 'no' y cierra el pestillo"
Allí, llorando, relató lo que había ocurrido y esto fue captado por una de las cámaras de los agentes y que ahora es una de las pruebas fundamentales del caso y que juega en contra de Dani Alves y sus diferentes versiones de los hechos: "Accedí de manera voluntaria al lavabo y después de darnos unos besos le dije que me quería marchar... pero él me dice que 'no' y cierra el pestillo", revela sobre lo ocurrido en el cuarto de baño, la gran incógnita del caso ya que es del único lugar que no hay imágenes ni ningún tipo de registro de lo que ocurrió más que las declaraciones de ambas.
Es entonces cuando el agente de los Mossos, siguiendo el protocolo de seguridad contra las violencias sexuales en entornos de ocio, le recomienda a la joven a realizar la pertinente denuncia antes la fuerzas de seguridad del Estado, pero la presunta víctima lo rechaza en un primer momento al ser consciente de que podrían no creerse su testimonio por como ocurrió y también por quién es el presunto violador: "Nadie me creerá porque verán por las cámaras que entré de manera voluntaria al lavabo".