Galería: Juicio por el Caso Nóos
Pedro Horrach (Sa Pobla, Mallorca, 1966), ha desarrollado su carrera como fiscal, con todas las responsabilidades que el cargo conlleva. Como fiscal Anticorrupción de Baleares ha estado detrás de casos famosos como el de Andratx o la Operación Scala, pero el más mediático con diferencia ha sido el Caso Nóos, pieza separada del Palma Arena por la que Iñaki Urdangarin ha sido investigado, juzgado y condenado.
El fiscal fue a por todas junto al Juez Castro por mucho que un por aquel entonces miembro de la Familia Real estuviera implicado. La aparición de la Infanta Cristina y su lucha contra el Juez Castro por evitar que fuera imputada, y después juzgada, le convirtió en blanco de las críticas. El tiempo ha pasado, la instrucción finalizó, el juicio acabó y tras el fallo del Supremo, el cuñado del Rey ingresará en prisión para cumplir condena.
Pedro Horrach, alejado de forma voluntaria de la fiscalía Anticorrupción debido al desgaste sufrido por el Caso Nóos, vuelve a la actualidad con motivo de la publicación del libro 'Pedro Horrach, el fiscal que puso en jaque a la corrupción'. Por esta razón atendió a Bekia para charlar sobre el Caso Urdangarin, la Infanta Cristina y la corrupción.
Bekia: ¿Está conforme con la sentencia del Supremo en relación a Urdangarin?
Pedro Horrach : Sí, mi valoración es positiva. Es un proceso que ha durado ocho años, en algún momento hay que poner punto final. El sistema permite ir al Supremo, y aunque es verdad que no recoge lo que se postulaba por parte de la Fiscalía, pero en algún momento tiene que terminar el debate. Respeto la decisión judicial y hago buena valoración global en el momento en el que ha ratificado las consideraciones de la Audiencia Provincial.
B: ¿La Justicia es realmente igual para todos?
P.H.: Sí. Hemos asistido a un procedimiento donde desde la investigación ha sido prácticamente retransmitido, y el juicio oral fue retransmitido por televisión... creo que se han respetado todos los derechos y garantías de todos los intervinientes y por tanto sí, la Justicia es igual para todos, lo demuestra la sentencia.
B: ¿Por qué cree que Diego Torres presentó tanta documentación incriminatoria y en los registros se encontraron tantos datos? ¿Pensaba que por estar Urdangarin en Nóos nunca les iban a investigar?
P.H.: Es posible. De hecho, la mayoría de los correos electrónicos que presentó no tenían virtualidad a efectos probatorios y eran más una estrategia de defensa, legítima desde luego, que otra cosa.
B: Hablando de estrategias de defensa, ¿le sorprendió la desmemoria de la Infanta Cristina en su declaración?
P.H.: No. Se ha hablado mucho de que no sabía o no se acordaba, pero durante la declaración se le exhibieron facturas de hacía 8 o 10 años, facturas como tickets de gasolina que no había sido ni siquiera ella la que había acudido a la gasolinera correspondiente; por tanto, no, no me sorprende.
B: Ha repetido una y mil veces que no recibió presiones en el Caso Nóos, pero la Fiscalía es un cuerpo jerarquizado en el que manda el Fiscal General del Estado, que es nombrado por el Gobierno... Comprenderá entonces que haya quien tenga sus dudas sobre la independencia de la Fiscalía
P.H.: Así es. Comprendo esas dudas. Es verdad que la Fiscalía tiene una estructura jerárquica, como no puede ser de otra manera. En todos los países es igual y tiene un motivo: hay que unificar la aplicación de la ley penal en todo el territorio nacional; de ahí las directrices generales de interpretación de normas sustantivas y procesales. También quiero recordar que la Fiscalía está sometida al principio de legalidad y al de imparcialidad, con lo cual es un cuerpo que permite tener libertad de criterio, y en mi caso ha sido así.
B: Pilar Urbano habla en 'La Pieza 25', libro en el que usted participa, de la existencia de un complot del Estado para que la Infanta Cristina no fuera imputada. ¿Existió realmente?
P.H.: ¡Qué va a existir! Ni complot del Estado, ni conspiraciones. Estoy un poco cansado de la teoría conspiratoria. Hasta ahora nadie ha puesto de manifiesto una prueba objetiva de la existencia de un complot. Me gustaría que dijesen nombres, circunstancias y lugares que lo acreditasen. Te ponen en un brete con el que ni siquiera te dejan posibilidad de defenderte. Que no, que no existe, la realidad es mucho más simple".
B: Pilar Urbano habla de La Zarzuela, del Rey Juan Carlos...
P.H.: Desconozco sí existieron o no las reuniones de las que hace referencia Pilar Urbano. En todo caso a mí no me informaron, ni nadie ha cogido el teléfono para llamarme y condicionar mi actuación. Tampoco lo hubiese permitido.
B: No era partidiario de que la Infanta Cristina fuera llamada a declarar y así lo demostró, pero sí ha declarado que en relación a la donación encubierta de Don Juan Carlos a su hija, le hubiera gustado que se llamara a declarar al Rey Emérito. ¿Por qué a ella no y a él sí?
P.H.: En el caso de él hubiera sido llamarle como testigo. En aquel momento ni siquiera se planteó, entre otras cosas porque gozaba de inviolabilidad. Ahora, visto desde la lejanía, sí, para esta investigación... pero es que tampoco había lugar para ello.
B: ¿Le parece correcto que la figura del Jefe del Estado sea inviolable?
P.H.: Me parece necesario un cierto límite, una cierta inviolabilidad para proteger al Jefe del Estado, pero no me parece correcto que la inviolabilidad abarque todos los hechos delictivos; hay hechos delictivos de tal entidad que no deberían gozar de esta protección.
B: ¿Cree que han quedado cuestiones sin resolver en el Caso Nóos?
P.H.: Siempre quedan pequeños flecos en todos los casos. No solo ha habido una radiografía judicial, sino también una radiografía de escrutinio público importante en este caso. Por lo tanto, sí quedaron flecos, pero muy pocos.
B: El Caso Nóos ha terminado... ¿Se ha hecho Justicia?
P.H.: Sí, podemos compartir o no los criterios que han adoptado los magistados del Supremo, pero de lo que no cabe duda es que ha sido un proceso largo y efectivamente se ha hecho Justicia.
B: Basándose en las investigaciones, ¿cuál ha sido o es el peor caso de corrupción en España, quién es el más corrupto y cuál ha sido el caso más duro para usted?
P.H.: La Operación Scala fue el más complicado para mí con diferencia. A nivel nacional no sería capaz de distinguir uno de otro, creo que todos los casos de corrupción se merecen el mismo tratamiento, independientemente de lo malversado y de la posición de las personas que han sido responsables.
B: ¿Ha sido siempre libre para investigar?
P.H.: He sido tan libre para investigar que las decisiones que se adoptaron durante el procedimiento de Nóos durante la fase de instrucción y de juicio oral son exclusivamente responsabilidad mía, tanto los errores, como los aciertos. Hasta el momento nadie se ha atrevido a sugerirme nada que pueda condicionar la investigación.
B: ¿Nunca ha tenido miedo a la hora de investigar un caso por si le pasaba algo a usted o a su familia?
P.H.: No. Sí ha habido algunos momentos concretos en los que la Policía nos anunció la posibilidad de que nos estuviesen investigando... ocurrió en dos o tres ocasiones, pero al final no se pudo probar nada. Nunca he tenido la sensación de amenaza.
B: ¿Cree que en España hay corrupción institucionalizada?
P.H.: No, en España se persigue de forma eficaz la corrupción. La Fiscalía Anticorrupción ha sido la que ha iniciado el 99 por ciento de los casos que se pueden ver en cualquier medio de comunicación. No es que España sea más o menos corrupta que otros países, sino que se han puesto instrumentos eficaces. Es verdad que tendría que dotarse de más medios, pero se está actuando.
B: Han sido amigos, han trabajado codo con codo... Ahora que ha pasado todo, ¿cómo es su relación con el Juez Castro?
P.H.: Es inexistente. Si nos encontramos somos cordiales, somos personas respetuosas y civilizadas.