Reconoce el autor en la entrevista que al protagonista de su novela le cuesta vivir sin rencor hacia los que abusaron de él y hacia los que miraron hacia otro lado. Reconoce también lo mucho que le costó escribir 'Coto privado de infancia': "Fue muy complicado porque venía con problemas de ansiedad, muchos miedos y una inestabilidad mental importante después del confinamiento y me tenía que enfrentar a algo complejo. Ir a esa parte de mi pasado que durante mucho tiempo ocultas y que tienes como sedada para que no te afecte en el presente. Pero tenía que ir ahí para contar lo que le pasaba a Tomás Yagüe".
Asegura además que escribir la historia de Tomás Yagüe, que también es la suya y la de muchos niños, niñas y niñes a los que han hecho sufrir por ser diferente, ha sido como una terapia, pero que "la herida siempre permanece y cuando escribes cosas te das cuenta porque te sigue doliendo cuando lo recuerdas, pero por lo menos te ayuda a que en la actualidad no te duela tanto". Paco Tomás añade que esa herida es una cicatriz que recuerda lo que sufrió y que le ha dejado unas secuelas en su vida como adulto: "Te das cuenta siendo adulto de que todas las heridas del niño siguen ahí".
El peligro del cuestionamiento a las víctimas
El autor envía además un mensaje muy importante sobre víctimas y verdugos, algo que se suele olvidar continuamente: "Me parece importante que dejemos de focalizar siempre en la víctima y empecemos a poner el ojo también en el agresor porque cargamos a la víctima de una responsabilidad que es que tú tienes que denunciar, tú tienes que defenderte... además un niño de 8 años que no tiene herramientas cómo va a saber qué es lo que tiene que hacer. Vamos a poner el foco en el agresor, vamos a empezar a cuestionar cosas del agresor, no del agredido. Al agredido le cuestionamos por qué no lo dijo, por qué no denunció, por qué lo dijo tarde. Todo ese cuestionamiento, al agresor. Todas las ayudas del mundo a la víctima y el foco al agresor".
Paco Tomás se alegra de cómo ha cambiado la vida para las personas LGTBI con respecto a su generación, pero tiene claro que no hay que dar ni un paso atrás: "Lo importante es que no hay que relajarse, no tenemos que dejarnos llevar y no darnos cuenta de que el enemigo es el mismo en los años 70 que ahora. Es el mismo enemigo con el mismo discurso. Es importante que seamos consciente de que nos toca pelear por nuestras libertades, nuestros derechos y nuestra dignidad. Es maravilloso lo que está sucediendo y tenemos que hacer lo posible para que todos esos niños, niñas, niñes no sufran ningún tipo de acoso, vejación, ni agresión. Hay que construir una sociedad que sea un lugar seguro porque el enemigo es el mismo".
Asimismo, reconoce la importancia de las Leyes LGTBI, pero dejando claro que deben cumplirse: "No sirve de nada tener una Ley LGTBI en la Comunidad de Madrid si cuando aparecen las terapias de conversión del Obispado de Alcalá de Henares la Comunidad de Madrid considera que no hay nada delictivo. No puede ser que el obispado de Alcalá se marche de rositas después de haber hecho terapias de conversión, que es la tortura más salvaje que se me puede ocurrir y que le puedes hacer a una persona LGTB".
Además, Paco Tomás manifestó que el futuro no es halagüeño por el resurgir de la extrema derecha y por cómo se lo ha comprado "la derecha supuestamente más democrática y centrista, con lo cual ahora ser conservador es ser un enemigo de las personas LGTBI, un enemigo del feminismo... han inventado una cultura del enemigo para tener argumentos y poder enfrentarse a nosotros. Tenemos que empezar a asumir que toda la población es responsable de esto. Si te callas y miras para otro lado, eres responsable, y si pones una papeleta en la urna, eres responsable también de eso que has elegido y que es la hostilidad y que es una ideología que quiere que estos últimos 40 años desaparezcan y devolvernos a la casilla de salida. Ha habido muchas lágrimas, muchas muertes y mucho dolor para que ahora nos devuelvan a la casilla de salida".