Un juez se ha encargado de autorizar la exhumación del cadáver de José María Ruiz Mateos y el motivo no es otro que hacer una prueba de ADN para cotejarlo con el de Adela Montes de Oca, quien dice ser hija suya. La agencia Efe ha accedido a información de la petición de la demandante, y se hará de acuerdo al criterio fiscal y en contra de los deseos de los hijos del fallecido empresario.
El auto del juez dice: "Las pruebas se harán garantizando la integridad, respeto y memoria del fallecido", y ha pedido que los hijos, si quieren, pueden asistir a su exhumación, y su viuda también podría. Pero su familia opina que estas pruebas son medidas desproporcionadas e ilegítimas, y dicen: "Si el fallecido no llegó a ejercitar en vida su derecho a negarse a dicha prueba por no ser requerido el efecto, no puede procederse ahora sin el consentimiento de la viuda y los hijos".
Esta historia se remonta a años atrás, cuando Ruiz Mateos vivía, no obstante, cuando el juez ordenó la realización de las pruebas e ADN, ninguno de los dos recurrió el auto. Además, el empresario fue citado entres ocasiones para la extracción de muestras pero nunca se presentó.
Pruebas contundentes
El empresario murió antes de celebrarse la vista y el juez ordenó impedir la incineración de sus restos hasta que no terminara el actual procedimiento. Estos paso se han podido dar porque existen, según indica el magistrado, indicios serios de la relación entre la demandante y Ruiz Mateos, entre ellos numerosas facturas de hotel, pasaportes con entradas y salidas de España, ingresos de dinero, declaración del exjefe de seguridad de Ruiz Mateos y un largo etcétera.