La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya no considera la transexualidad como una enfermedad mental. El organismo ha decidido clasificarlo como un comportamiento o disfunción sexual, puesto que se trata de "un desorden de la identidad de género", según han venido reivindicando los diferentes colectivos LGTBI.
"No hay evidencias de que una persona con desorden de identidad de género deba tener al mismo tiempo un desorden mental, aunque a menudo vaya acompañado de ansiedad o depresión", afirmaba Shekhar Saxena, el director del departamento de Salud Mental y Abuso de substancias de las OMS.
Sin embargo, sí que la mantiene como patología en el cuadro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) para que en el caso de solicitar ayuda médica, los sistemas sanitarios de los diferentes países la ofrezcan. "Si a las personas con un desorden de identidad de género se les identifica con un desorden mental, en muchos países se les estigmatiza y puede que se les reduzca las oportunidades de buscar ayuda", añadía Saxena. Y es que todavía en muchos territorios si una persona pide ayuda acerca de una enfermedad que no esté recogida por la OMS, el sistema sanitario no le reembolsa la cuantía del tratamiento.
Nuevas enfermedades
En esta misma reestructuración de las clasificaciones , el organismo ha decidido incluir "el desorden de jugar de forma adictiva" a videojuegos posicionándola en la misma categoría que los peligros de las apuestas. Consideran que el hecho de jugar no es malo; sin embargo, el problema recae cuando un excesivo consumo provoca comportamientos abusivos en el individuo.