Nacido en 1980 en Santander, afincado en Madrid desde el año 2000 y Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Okuda San Miguel ha conseguido convertirse en un artista conocido internacionalmente. Las estructuras geométricas y multicolores se han convertido en su seña de identidad, uniéndose a cuerpos grises, donde destaca el surrealismo más pop. El artista ha hablado con Bekia.es de sus trabajos y de sus proyectos más próximos alrededor del planeta.
Bekia: ¿Cómo comenzaste a pintar?
Okuda San Miguel: Como siempre me ha gustado dibujar y por el hecho de que mis pares tuvieran un restaurante estaba mucho en la calle, entonces creo que esas dos cosas se unieron,
B.: Vale, empezaste a pintar en ese momento, ¿pero para llegar a pintar en grandes superficies?
O.S.M.: Eso creo que ha sido una evolución muy lenta y sobre todo en el 96 o así empecé a pintar en fábricas abandonadas y lugares abandonados para hacer composiciones más tranquilo y disfrutar del proceso de pintar, y luego llegué a Madrid a estudiar Bellas Artes, empecé a viajar, me empezaron a invitar a eventos más internacionales, fue madurando mi obra y también fui creciendo en los formatos.
B.: Entonces tú empezaste en fábricas abandonadas, en tus inicios se te podría haber considerado grafitero, ¿no? ¿Y ahora qué eres, un grafitero o un artista? Con toda tu proyección internacional, ¿tú qué te consideras?
O.S.M.: Yo me considero un artista multidisciplinar porque evidentemente cambio de formato, casi cada semana, ahora estoy centrado en la creación de esculturas para el público, desarrollo una obra de estudio de esculturas, pinturas, entonces estoy muy lejos de ser un grafitero.
B.: Puede ser que lo seas incluyendo que eres escultor y todo lo demás.
O.S.M.: Claro, eso es.
B.:¿Y qué diferencias hay a la hora de pintar entre estar pensando que puede venir la Policía y no? Porque si empezaste en fábricas abandonadas...
O.S.M.: Bueno, pero el hecho de que me aprovechara de esos espacios que nadie quiere hacía que estuviera tranquilo y que incluso la Policía no te denunciara porque es algo que no es de nadie, entonces digamos que tampoco tenía nunca una sensación de estar pendiente de la Policía, en ese sentido estaba muy tranquilo.
B.: ¿Entonces no tienes ninguna anécdota?
O.S.M.: Sí que tengo pero por otras cosas, de cuando era más pequeño.
B.: Las consecuencias no han sido muy graves imagino.
O.S.M.: Digamos que era más pequeño y me gustaba mucho el hecho de pintar trenes, evidentemente no he desarrollado una obra tan completa especial, sino que eran letras, era ora historia, pero bueno, me agradaba mucho, de hecho me encanta ver trenes pintados.
B.: ¿Y qué relación tenías con el espacio urbano para comenzar a hacer arte en la calle?
O.S.M.: Que pasaba muchas horas en la calle, siempre, siempre me ha gustado mucho estar en la calle y sobre todo por eso, porque desde pequeño jugaba mucho al fútbol, patinaba, y el hecho de que mis padres tuvieran un restaurante hacía que tuviese que estar sí o sí en la calle, y de mayor pues igual.
B.: Tus trabajos son muy parecidos, porque claro, tienes un estilo, hay un hilo conductor, los colores son muy importantes, pero imagino que tendrás algo que te inspire.
O.S.M.: Mira, realmente mi inspiración es todo lo que me rodea, y me inspiro de los viajes, también la moda, el cine, lo que me gusta, pero sobre todo los viajes es donde más inspirado me he sentido.
B.: Que pintes un muro, una pared, puede costar miles de euros pero también sé que lo haces gratis, ¿cómo lo combinas?
O.S.M.: Bueno, me gusta tener un equilibrio entre los grandes proyectos en países como Estados Unidos o en Asia como en India vivo experiencias humanas, y sobre todo tengo la sensación de que el hecho de que pintar en otros países hace que pueda ayudar a inspirar las vidas de las personas que viven allí, eso es mágico.
B.: ¿Cuál es el proyecto que ha significado más para ti hasta el momento?
O.S.M.: Pue la verdad que muchos porque no podría decir solo uno, pero sí que hay una iglesia que hice en el norte de España, porque es un proyecto que nació de mí, fui a ese lugar y decidí transformarlo, y además consiguiendo sin querer el proyecto más ambicioso uniendo varias disciplinas, el skate, la religión, la arquitectura clásica y la decoración, y estoy mu contento por ello, peor bueno, hay más proyectos con los que estoy muy contento y me ha gustado en mi carrera, por ejemplo lo de las Fallas de Valencia, porque ahora estoy desarrollando desde hace años esculturas de gran formato para el espacio público, entonces ya no pinto solo, sino que llevas tus personajes a 3D y dejarlos en distintos países y lugares es mágico.
B.: Pero la Falla fue un arte efímero porque lo quemaron, ¿cómo te sentiste cuando tu trabajo se fue?
O.S.M.: Pues mira, yo pensaba que me iba a sentir muy mal, pero al final entendí lo qe son las Fallas y la magia de cómo desaparece el trabajo de un año, y osbre todo por el mensaje muy claro de que al final no importa lo material ni nada, sino solo los sentimientos, las personas y las acciones. Es bellísimo cómo desapareció.
B.: Creo que empezaste a pintar en blanco y negro pero luego incorporaste el color de una manera explosiva a tu obra, ¿por qué?
O.S.M.: Por lo que sea me pareció muy agradable empezar a entender el funcionamiento del volumen utilizando simplemente el acrílico, subir de luces y bajar de sombra, ¿no? Entonces era muy cómodo y digamos que eran ejercicios que hacía, trabajos que hacía de estudio, después de eso de repente necesité color y fue como todo lo contrario. Utilizar todos los colores siempre lo primero el blanco y negro.
B.: Ahora cambiando un poco de tema, ¿qué opinas sobre ser muy reconocido en otros países pero no tanto es España?
O.S.M.: Pues opino que es lo que pasa siempre. Es normal que tengas que ser muy conocido fuera para que luego te inviten aquí, o los políticos te pongan una calle, es muy típico de España. Simplemente me da igual, estoy muy contento de tener proyectos en todo el mundo, de tener que viajar todas las semanas y evidentemente estaría más contento al hacer un mural de gran formato en Madrid porque es mi ciudad, pero bueno, poco a poco.
B.: Bueno, pero tienes tus trabajitos en Madrid, la estación de metro Paco de Lucía es tuya.
O.S.M.: Por eso no, si cada vez hago cosas más interesantes, es más, las ferias de arte de Madrid ahora se están poniendo muy interesantes. Digamos que ahora me empiezo a interesar más por las ferias de España e incluso están sacando las series a la calle, ahora mismo Madrid en la semana del arte está muy, muy interesante, artistas que vienen de otros países, o sea, lo que pasa en Miami que todos los artistas acabamos el año allí, está empezando a pasar en Madrid y me parece maravilloso.
B.: Y aunque seas conocido en otros países quizás más que en España, también, quiero que me cuentes cómo te has dado a conocer fuera de España.
O.S.M.: Pues ha sido Internet, Instagram por ejemplo te permite como ser tú, mostrarte a ti mismo y ser como tú quieras, puedes tener tú la elección de lo que haces y lo que no. No dependes de ninguna persona, solo de ti.
B.: Tú tienes tu propia identidad pero puede que eso a lo mejor en cierto momento te lleve al encasillamiento, como con los colores, ¿eres de reinventarte y de pensar en eso, en hacer algo nuevo?
O.S.M.: Yo creo que como decía Max Bense el artista desaparece cuando acaba la búsqueda. Y yo siempre tengo esa búsqueda, necesito esa búsqueda, ideas nuevas, y de hecho creo que en cada exposición, aunque el color sea la primera seña de identidad, trabajo y tengo una evolución muy interesante y ahí está la gracia, y la búsqueda también forma parte de estar viajando constantemente, de retroalimentarme de otras culturas, creo que eso ha sido muy importante.
B.: Y ahora hay gente que quiere tener un Okuda como cuando se decía un Picasso, ¿cómo te sientes tú al escuchar eso?
O.S.M.: Pues eso sobre todo me encanta porque digamos que sin querer estoy cambiando las normas de cómo introducirte al mercado del arte, eso es lo que más contento me pone, el hecho de que al final yo pongo mis normas, pertenecer al mercado del arte pero sin llegar por el camino tradicional.
B.: ¿Y quiénes han sido tus grandes referentes?
O.S.M.: Siempre los artistas surrealistas como el Bosco sobre todo, ahora Shuhei Matsuyama, Erik Parker...
B.: ¿Y de dónde viene tu nombre de Okuda?
O.S.M.: Viene de la manera más tonta, mi hermano y yo jugábamos a un videojuego cuando éramos pequeños y como empezaba por O como mi nombre, pues ya está.
B.: He visto que algunas obras tuyas las has combinado con bordados, ¿qué papel tiene aquí tu madre?
O.S.M.: Mi madre estaba siempre trabajando en el restaurante y no estaba vinculada al arte, pero un día de repente dejé material de lanas en casa hace tiempo y vi que había hecho muchos cuadrados bordados, entonces se me ocurrió hacer unas piezas mías con lienzo y tal, elegimos unas gama de colores con las lanas, hago un dibujo en el lienzo, pongo los números y ya está. Y descubrimos dos cosas, una que tiene talento y encontró su pasión con 65 años, y dos, que nos mantenía súper unidos a pesar de que estemos más lejos en el espacio que nunca.
B.: Pero ahora tenéis eso en común, lo hacéis conjuntamente.
O.S.M.: Claro, eso es. Fue de la manera más espontánea del mundo y nos permite estar súper unidos.
B.: Y cambiando de tema, ¿qué opinas de la ley mordaza a la hora de hacer arte?
O.S.M.: Me pone muy triste el hecho de que haya censura, por ejemplo en la Feria ARCo que quiten piezas porque hablen de política, me parece vergonzoso, y aparte me parece que todo está corrompidísimo, hacen la ley a su manera, me siento bastante fuera d esto, por eso no veo las noticias, no veo la tele porque me da bastante asco centrarme en la realidad, me da algo.
B.: Si desaparecieran todos los colores y solo pudieras quedarte con uno, ¿con cuál te quedarías? Sé que es difícil elegir porque utilizas todos los Pantones.
O.S.M.: Creo que antes cuando era más pequeño me gustaba el naranja o el amarillo, porque al final los dos son cálidos y la calidez transmite positivismo, y en mis obras siempre tiene que haber mucho amarillo, naranja y rojo.
B.: ¿Y qué es lo que te define a ti como artista?
O.S.M.: La inquietud constante, la emoción del primer día que la mantengo por ir a nuevos países, por nuevos retos, la ilusión y sobre todo la libertad.
B.: Por último, ¿un sueño por cumplir? ¿Y en que estás metido ahora? Porque sé que también estás haciendo una colaboración con Cervezas San Miguel para intervenir la Casa San Miguel Ibiza.
O.S.M.: Creo que cada día voy cumpliendo más y más, y digamos que es como un sueño en mayúsculas mi vida en general, entonces siento que estoy en el proceso de cumplir un sueño. Quizás llevar piezas al Museo del Prado o a Reina Sofía, estoy desarrollando unos trabajos muy grandes que son interpretaciones de 'El jardín de las Delicias' de El Bosco. Empiezo en San Francisco, pero lo interesante sería en el Prado porque la obra original está allí.