La ilusión de 65.000 personas que iban a ver a Taylor Swift en Viena se ha visto truncada de la peor manera posible. El Gobierno ha cancelado los tres conciertos que tenía previstos en la capital de Austria por una amenaza de atentado terrorista. Dos adolescentes convertidos al Islam fueron detenidos por haber estado planeando presuntamente un atentado terrorista en el concierto de la cantante estadounidense.
Los tres conciertos han sido cancelados por precaución, pese a que los dos adolescentes ya están detenidos. Ahora se han conocido más detalles de este suceso que ha conmocionado a la población. Los adolescentes tienen 17 y 19 años y habían sido contratados para la seguridad del recinto. El plan consistía en que uno de ellos conduciría un coche lleno de explosivos de fabricación casera hacia la multitud para matar a tantos como fuera posible.
Mientras esto sucedía, el otro atacaría a la multitud con machete de grandes dimensiones. Los informes de la policía determinan que ambos habían sido contratados por la seguridad del recinto, por lo que ambos tenían acceso a zonas interiores y privadas del estadio Ernst Happel. "Los sospechosos tenían planes muy específicos y detallados para dejar un baño de sangre a su paso", decía el canciller Karl Nehammer.
Todo preparado para el atentado
El presunto terrorista, con 19 años, tenía raíces en Macedonia del Norte y en su casa escondía sustancias químicas y dispositivos técnicos, elementos que descubrieron cuando entraron a su casa. Según el New York Post, pretendían sujetar la bomba al coche y ya la tenían en construcción. El segundo, el de 17 años, tiene raíces turcas y croatas, y lo detuvieron cerca del estadio donde iban a tener lugar los conciertos de Taylor Swift.
La policía estuvo vigilando a los dos presuntos terroristas, habiendo dejado uno su trabajo asegurando que tenía "planeado algo grande". Por su parte, el otro muchacho abandonó a su novia sin ningún motivo. El Ministro del Interior ha asegurado que "la situación era grave, pero podemos decir que se evitó una tragedia" y el vicecanciller de Austria, Werner Kogler, decía: "Para muchos, hoy se ha hecho añicos un sueño. Durante tres noches en Viena, decenas de miles de Swifties deberían haber celebrado la vida juntos. Lamento mucho que os hayan negado esto. Manteneos unidos, el odio y el terror no pueden destruir eso".