La niña de 7 años es una de las hijas y fue ella quien comentó al monitor del autobús escolar que no quería ir a su casa porque sus padres llevaban dos días sin moverse en incluso habían cambiado de color. El monitor del autobús fue quien decidió informar sobre lo que le había dicho la niña a los trabajadores del centro escolar donde estudia dicha niña, y desde el colegio avisaron a la policía.
Cuando los agentes de policía llegaron a la casa familiar pudieron comprobar que ambos padres habían fallecido y eran evidentes signos de drogadicción, aunque todavía se está a la espera del análisis toxicológico para saber la causa de la muerte según ha dicho Abc News, aunque todo apunta a una sobredosis.
Además de la niña de 7 años, otros tres niños han convivido con los cadáveres de sus padres: un bebé de tan solo 9 meses, y otros dos niños de 3 y 5 añitos. Los cuatro pequeños pasarán a estar tutelados por los Servicios Sociales después de haber sido evaluados.