Peter Hain reveló que el supuesto acosador era Philip Green, un multimillonario poseedor de un conglomerado empresarial que incluye franquicias en el sector de la moda como Topshop. Ante las palabras de Hain, Philip Green negó todas estas acusaciones. Sin embargo Peter Hain en la Cámara de los Lores aseguró que era su "deber" y de "interés público" decirle al mundo que el supuesto acosar es Green.
Hain afirma que Philip Green "invirtió una cifra substancial para esconder la verdad sobre unos actos repetidos de acoso, racismo y acoso sexual", aseguraba el lord. Esto tendría mucho sentido ya que por orden judicial se le había impedido al periódico británico Daily Telegraph publicar el nombre del sospecho, causando un gran revuelo en toda la sociedad británica. Este periódico reveló que Green gastó hasta 500.000 libras en abogados para impedir que su nombre saliese a la luz: "Parece que nuestras leyes permiten a los hombres más ricos y poderosos que hagan prácticamente todo lo que quieran mientras paguen para imponer el silencio", denunció este miércoles Jess Phillipsel, diputado en la Cámara de los Comunes.
El testimonio de Samantha Watson
Samantha Watson, la asistente personal del señor Green, ha denunciado que el multimillonario la maltrataba rutinariamente y que le propinaba insultos tales como "gilipollas" y "gorda". Watson comentaba para Daily Mail los maltratos que sufrió por el empresario: "Es probablemente la peor persona que he conocido, y fue tan grosero y odioso", la que fue su asistente también añadió: "Sentía que quería hacerme llorar. Le encanta. Ojalá hubiese podido detenerlo. Cada vez que me ponía en contacto con él, se comportaba como un acosador terrible que le encantaba hacerte sentir pequeño", narró Samantha Watson.