Juan Ignacio Blanco, periodista, criminólogo e investigador, ha fallecido en Madrid tal y como ha confirmado El Confidencial tras hablar con fuentes cercanas. El recién fallecido saltó a la fama por ser la mano derecha de Fernando García durante la investigación el famosos caso de las niñas de Alcàsser que tuvo lugar en 1992. El polémico criminólogo acudía también junto al padre de Miriam a platos de televisión como 'Esta noche cruzamos el Mississippi' de Pepe Navarro.
Carlos G. Barret, también criminólogo, escribió en su cuenta de Facebook que la causa de su muerte ha sido " una enfermedad que llevaba tiempo arrastrando ". Esta noticia ha impactado mucho a la sociedad ya que tras la salida a la luz del documental de Netflix sobre el caso Alcàsser se han revivido en el ideario público las teorías sobre lo que realmente pasó a las tres niñas más allá de lo dictaminado por el juez en su momento cuando condenó a Miguel Ricart.
A esto se les suma las palabras con las que termina el mencionado post: " Algún día se sabrá toda la verdad sobre el caso Alcàsser y será honrado su nombre dónde esté ". Muchos usuarios de las redes sociales, que se han hecho eco de esta noticia, preguntan ahora si saldrá a la luz la cinta de vídeo que el propio Juan Ignacio Blanco mencionado durante el documental y con la que asegura inculparía de la muerte de Miriam, Toñi y Desirée a altos cargos y personas influyentes tanto a nivel de la Comunidad Valenciana como en España.
El caso Alcàsser, a la orden el día tras el documental
Estas afirmaciones ya las había hecho durante una de sus visitas junto a Fernando García al programa de Telecinco por aquel entonces presentado por Pepe Navarro. Allí dieron varios nombres de altos cargos que estaría implicados en el caso Alcàsser. Estas palabras les costaron una condena a una indemnización al padre de Miriam y a pena de cárcel para el propio Juan Ignacio Blanco.
Esta noticia coincide en el tiempo también con un nuevo hallazgo de restos óseos en la zona donde en su momento fueron enterradas las tres niñas. Una pareja que acababa de ver el mencionado documental en Netflix condujo hasta la ahora famosa colina y nada más llegar decidieron escarbar. Allí encontraron varios huesos que correspondería a unos dedos, los envolvieron en papel de aluminio y volvieron hasta su pueblo para entregarlos a la Policía. Tras analizarlos, se ha podido confirmar que corresponden a un humano.