El pasado lunes 1 de mayo, alrededor de las ocho de la mañana, la joven británica cayó al vacío desde el balcón de un décimo piso cuando aún se encontraba de fiesta con unos compatriotas, según han confirmado fuentes policiales. El suceso está bajo investigación y se está intentando aclarar el asunto, aunque la principal hipótesis es que se trate de un accidente.
El cadáver de la joven, que murió en el acto por la brutal caída, no presentaba indicios que apunten a una posible pelea u otros hechos delictivos. La policía ha interrogado a los amigos que se encontraban con la fallecida en la fiesta y a varios residentes. Un hombre, Joseph Graham, también de nacionalidad británica, fue detenido como sospechoso de asesinato y permaneció dos noches en prisión, ya que cuando fue arrestado estaba demasiado borracho como para declarar.
Posteriormente, Graham fue puesto en libertad bajo vigilancia y pudo volver a Reino Unido, aunque fue advertido por la jueza Ana Garcia Isabel Galbis de que podría tener que volver a España en cualquier momento. El joven ha insistido en que es inocente y ha declarado que Maxwell actuaba como si estuviera loca, borracha o drogada, y que se dirigió al baño antes de intentar pasar por una ventana interior y luego salir al balcón del complejo turístico.
Diversas teorías
Todavía no se ha confirmado que la muerte de Kirsty Maxwell fuera un asesinato, pero tampoco que haya sido un accidente, aunque es lo más probable. Otra de las teorías es que podría haber sido un suicidio, algo extraño teniendo en cuenta que hacía unos meses que se había casado con su marido Adam.
La familia y amigos de la joven están destrozados tras el fatal suceso y están tratando de trasladar el cuerpo de nuevo a Escocia, para lo que necesitarían 30.000 libras.