En los últimos días se ha podido saber más sobre el estado de salud del expiloto alemán Michael Schumacher, que sufrió un grave accidente en 2013 mientras esquiaba. La familia del piloto no son muy dados a dar información sobre el estado de salud de Schumacher y de hecho son pocos los compañeros del piloto que han podido acudir a su casa a visitarlo.
Pero ahora el arzobispo alemán Georg Gänswein ha sido el que ha dado algunos detalles sobre el estado del expiloto, ya que tuvo un encontró con el exploto en 2016: "Me senté frente a él, lo toqué con ambas manos y lo miré. Su cara, como todos sabemos, es la típica cara de Michael Schumacher, solo se ha vuelto un poco más rellena", explicó el arzobispo para la revista Bunte.
Los rumores ya apuntaban a que Schumacher no es capaz de hablar desde su accidente pero según el arzobispo el expiloto está bien y "siente que hay gente a su alrededor", y se alegra de que la familia haya tomado la decisión de mantenerlo alejado del ojo público asegurando que "una persona enferma necesita discreción y comprensión".
Hermetismo absoluto sobre su estado de salud
Esta noticia pone un poco de luz sobre el misterio de la salud de Schumacher, lo único que se conoce es que tras su accidente en los Alpes, el expiloto está internado en su casa sin salir, con una asistenta cuidando de él las 24 horas del día.