Ahora, diez meses después de la polémica, Màxim Huerta ha concedido una entrevista a El País en la que ha contado cómo se sintió al dimitir y cómo lo ha sobrellevado todo este tiempo. "Ha sido como una enfermedad, salvando las distancias: ha habido dolor físico, había y hay médicos, y no encontraba la salida" confesaba el valenciano agregando que para él ser político era algo muy importante: "Es algo muy importante en mi vida, aunque, exceptuando la muerte de mi padre, también es lo que más sufrimiento me ha generado".
Volvería a aceptar el cargo
A pesar de todo Màxim Huerta ha asegurado que no se arrepiente de haber aceptado el cargo de Ministro de Cultura y Deporte y que que si hoy recibiera otra vez una llamada de Pedro Sánchez volvería a aceptarlo. Además, ha asegurado que si hubiera tenido más apoyo del Gobierno hubiera podido continuar con su carrera política: "Reconozco que con un poco de apoyo del Gobierno me habría quedado".
Dimitir fue uno de los momentos más duros de su vida, tal y cómo ha recordado Màxim Huerta ya que para él ese cargo significaba mucho: "La ilusión se convirtió en una hostia gigantesca. Me quedé solo en el despacho, y sí que lloré. Estaba roto. El momento de soledad ahí, a puerta cerrada, fue fuerte" confiesa el escritor relatando el día de su dimisión.