Su matrimonio parecía ser contra viento y marea, sin embargo, la vejez les llegó y fueron a un asilo. Teniendo ella 81 años y él 83, fueron obligados a separarse por falta de espacio en la misma residencia. La mujer fue obligada a ir a otro asilo, lejos de su esposo según informó The Daily Mail.
Wolf tiene un linfoma y sufre de demencia, enfermedad que podría hacerle olvidar a su mujer. "Después de 62 años juntos, eran inseparables. Hacían todo juntos", reflejó tristemente su nieta, Ashley Bartyik, en su cuenta de Facebook.
Lloran al separarse
La familia, cada día, traslada a Anita hasta la residencia de Wolf en un viaje que dura media hora. Pero, cada vez que ambos tiene que separarse lloran: "Es desgarrador", admitió su nieta en una fotografía que compartió de la pareja llorando, la cual tituló como 'La foto más triste'. Por ello la familia ha iniciado las gestiones para que vuelvan a estar juntos pero, aunque las autoridades prometieron que así seria, Wolf continua en lista de espera en el asilo de su mujer.