Además, la puesta en escena de ambos en el Senado, en la que se han repartido besos y abrazos ante las cámaras, es contraria a la realidad. "Lola y Fernando guardan las formas: se ven y se saludan por educación, pero nada más. Lo sabe todo el mundo". Pese a los audios filtrados en los que Delgado aparece dirigiéndose a él como "maricón", el ministro de Interior aseguró en su entrada a la sesión en el Senado que "no estoy ofendido" y, por lo tanto, no tiene que pedirle disculpas.
Delgado negó desde el principio su relación con el excomisario Villarejo, pero su versión fue cambiando según pasaban las horas, hasta que Justicia firmó mediante un comunicado que: "A lo largo de los 25 años en que ha trabajado en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, tiene recuerdo de haber coincidido con el comisario José Villarejo en tres ocasiones junto a otros mandos policiales y cargos judiciales y fiscales".
Una falsa amistad
La ministra de Justicia afirma rotundamente durante un desayuno informativo organizado por el Club Siglo XXI el pasado 25 de septiembre que no había llamado "maricón" a Marlaska: "Sabe que no me refiero a él. Es amigo desde 2004, cuando llegó a la Audiencia Nacional". Pero la realidad es contraria, ya que la relación entre ambos ministros siempre ha sido formal y nunca han llegado a tener relación.