El seis veces campeón del mundo ha asegurado ser un maestro en decir verdades a medias y opina que probablemente haber ocultado su homosexualidad durante tantos años haya tenido un impacto negativo en su carrera: "Decir medias verdades y no ser mi verdadero yo solo me está haciendo daño. Tengo 47 años, soy un hombre de mediana edad y ya no estoy compitiendo", comienza relatando Foster.
El nadador confesó estar un poco nervioso por su salida del armario y admitió que hace años habría tenido miedo de ser juzgado por ello, pero que ahora su mayor prioridad es su bienestar y el de sus familiares y amigos: "Ojalá lo hubiera hecho cuando tenía 21 años y conocí a mi primer compañero. Pero no estaba listo", revelaba el deportista.
Rodeado de mujeres para desviar la atención
"En las competiciones de natación, me gustaba ir con mujeres para desviar la atención sobre mi verdadero yo", asegura Foster. Además el nadador confesó que en los últimos 26 años tuvo dos relaciones largas en secreto con hombres, y que espera haber ayudado al colectivo LGTBI tras su confesión.