Marisol, para la revista Vanity Fair, ha confesado que solían llevarla a un chalé en Viso donde había "gente importante, gente del régimen" que iban a verla "desnuda" a ella y a otras niñas. Pero los abusos que relató la cantante no acabaron aquí: "Yo tenía ocho años y dormía durante el viaje en la misma cama que la querida del empresario, una tal Encarna, que me daba unas palizas de muerte, pero con saña y mala sangre. Me tenía ojeriza, y no sé por qué todavía. En Lérida me dio tal paliza que me dejó el cuerpo como el de un nazareno", explicaba la cantante.
Los abusos comenzaron a temprana edad
La cantante quiso seguir relatando los malos momentos que llevaron a que tomara la determinación de abandonar su carrera y olvidarse de estos malos recuerdos, explicando que cuando tenía que dormir con el empresario y su querida, ellos mantenían relaciones y "hacían de todo". Ha aprovechado para recriminar la hipocresía que había en ese mundo: "Querían hacer de mí el modelo de niña inocente, conformista y buena, para que fuera la referencia de todos los niños de nuestra generación", explicaba Marisol añadiendo: "No saben las putadas que me han hecho" recogía la citada revista.