Lo que parecía ser un viaje más se ha convertido en una guerra de ideas entre la periodista Sabina Urraca y Álvaro de Marichalar.
Álvaro de Marichalar, hermano de Jaime de Marichalar y tío de los dos hijos de la Infanta Elena, no ha podido más y estallado después de convertirse en objeto de críticas tras usar el servicio de 'Blablacar', una manera de desplazarse más rápida y económica.Una nueva carta
Y lo ha hecho a través de una carta después de que una de las personas que viajaba en el mismo coche que él, hablara de su mala experiencia en compañía del excuñado de la Infanta. En el coche iba una joven de veinte años, un profesor de Kárate que también era el conductor del coche, y la susodicha, la periodista Sabina Urraca.
Le tachó como un personaje de la España decadente, y que tenía un perfil pijo de recién salido de fiesta ibicenca, tipo conde Lequio. También apuntó que pasó de ponerse el cinturón, que no paró de hablar por teléfono, que le quitó el sitio en una parada y que no paraba de presumir de su vida. Para ella fue un hombre desvergonzado e irrespetuoso según contó a El Español y un trayecto de dos horas y media se convirtió en una auténtica pesadilla.
La carta de Marichalar comienza del siguiente modo: "Mal afamada Sabina Urraca. Difamar, vender en España. Calumniar resulta fácil en nuestro país. Y rentable... manipular y mentir sale gratis" y "La envidia y el odio es rentable en nuestra sociedad enferma de cobardía". Lo que quiere a través de este texto es desmentir las acusaciones vertidas hacia él, y es que no se queda corto, porque incluso llega a hablar de la II República.
La carta continúa así: "Insultar es correcto si el insultado está ya previamente condenado por los prejuicios imperantes y la dictadura del 'pensamiento único' que ha robado nuestra libertad y que está dinamitando la normal convivencia en nuestra vieja Nación", y es que es una declaración en toda regla de lo que piensa sobre la actual situación de España, sin ir más lejos continúa mencionando a Pablo Iglesias diciendo de él 'como el sectario matón que intenta ser'.También dice que supone que de todo esto sacará un beneficio económico y de esta forma asesina su realidad y roba su reputación. Aunque dice que es la ya ganadora porque se ha inventado esto ella solita, también intenta defenderse diciendo que no sabía hablar y tampoco conocía aspectos de la historia de España que defiende. La carta la concluye entristecido y siendo muy claro: "No tengo miedo de ti; lo siento por ti. Dios te ayude. Te perdono ahora y mañana".