El pasado domingo 11 de marzo se confirmaba el triste desenlace del pequeño Gabriel Cruz, el niño que despareció en una localidad de Almería el 27 de febrero. El cuerpo del niño era encontrado sin vida por las fuerzas de seguridad en el maletero del coche de la pareja del padre del niño, Ana Julia Quezada mientras se dirigía a Puebla de Vícar. La noticia ha conmocionado a los vecinos que confiaban y deseaban que el pequeño regresara a casa sano y salvo.
La detenida pasó a estar en el punto de mira de la policía judicial el sábado 3 de marzo cuando ella misma era la que localizaba una camiseta del pequeño en una zona que ya había sido rastreada. Un hecho que alertó a la policía ya que además, la camiseta apenas tenía signos de haber pasado días bajo la lluvia mientras que por aquellas fechas hubo fuertes lluvias por la zona.
Patricia Ramírez, madre de Gabriel, llevaba un tiempo sospechando de ella: "Tenía la esperanza de ablandarla y de que se viniera abajo. De que en algún momento lo soltara. Por eso, apelábamos a su conciencia en nuestras comparecencias", confesaba la madre en el programa radiofónico 'Herrera en Cope'.
La madre del pequeño ha querido aprovechar la ocasión para dar las gracias a todos aquellos que han mostrado su apoyo en estos duros momentos: "Se ha generado un movimiento muy bonito gracias a mi hijo. Me gustaría que continuara. Están apareciendo muchos mensajes pidiendo muerte o maldad. Entiendo que estas personas tienen la misma rabia que yo dentro, pero que lo usen para pedir bondad en el mundo. Que no pongan la cara de esta mujer en los sitios pidiendo cosas malas para ella", pedía la madre de Gabriel.
Además, Ramírez ha expresado en la radio su confianza en el padre de su hijo que se encuentra devastado en esto momentos: "Él es una persona maravillosa, que nadie dude de él. Yo voy a estar a su lado porque tenemos que superar esto los dos juntos. Está destrozado, pero es muy difícil hacer la digestión de un hijo sabiendo que lo ha matado la persona a la que quieres".
El anzuelo que le lanza la policía a Ana Julia
Al poco de la desaparición del niño, la policía comenzó a investigar a la pareja del padre ya que la forma en que se encontró la camiseta del niño no les parecía del todo coherente. Por todo ello, los investigadores decidieron lanzarle un anzuelo a Ana Julia Quezada para ver si esta lo mordía. Y así fue.
El viernes 9 de marzo la policía le volvió a tomar declaración, aprovechando la ocasión para lanzarle el cebo. Dos días más tarde la mujer picaba el anzuelo y las fuerzas de seguridad conseguían capturarla con el cuerpo sin vida del menor en el maletero de su coche.