Corría el año 2012 cuando Luz Gabás (Monzón, 1968), publicó su primera novela. Era 'Palmeras en la nieve', libro que se convirtió en todo un éxito y que fue adaptado al cine. Después llegaron 'Como fuego en el hielo' (2017) y 'El latido de la tierra' (2019), otras dos novelas que precedieron a 'Lejos de Luisiana'. La escritora dedicó unos 4 años de su vida, entre documentarse, escribir y reescribir, a una novela histórica sobre el paso de España por Luisiana, bajo dominio español entre 1763 y 1803. Se trata de un periodo de nuestra historia no tan conocido y sobre el que la aragonesa quiso centrarse a través de un libro que ha calificado como una novela muy especial.
Luz Gabás sabía que había creado algo importante y por eso se presentó al Premio Planeta 2022. Aquel 15 de octubre de 2022 en el Museu Nacional d'Art de Catalunya fue proclamada ganadora de uno de los galardones literarios más prestigiosos, así como el más dotado del mundo. Quien esto escribe fue testigo de aquella victoria, y se sentó frente a Luz Gabás en la presentación del libro en Madrid, junto a la novela finalista, 'Historia de mujeres casadas', de Cristina Campos, para compartir una charla con esta escritora que quiso escribir sobre el esfuerzo y contar un periodo de la historia a través de historias reales y ficticias que dieron forma a 'Lejos de Luisiana'.
Bekia: ¿Qué se siente al ganar el Premio Planeta?
Luz Gabás: Un subidón y mucha satisfacción. Sí, la palabra es satisfacción.
B: ¿Por qué te presentaste al Planeta?
L.G: Cuando terminé la novela, en primavera de 2022, o mejor dicho, cuando la iba terminando, yo ya veía que estaba quedando una novela muy especial. Pensé que aunque era una novela histórica, hablaba también del presente y dije... Por estructura, por arquitectura, por tema por personajes, yo creo que puede optar al premio, y la envié. Fue un pálpito.
B: ¿Tenías un plan b por si esa novela no hubiera pasado el corte?
L.G: Yo sinceramente creo que cualquiera querría publicar esta novela. Son ya muchos años de oficio. He sido miembro de jurados de novela y sé de la técnica, esa fusión maravillosa entre forma y contenido. Al final uno es consciente de lo que tiene entre manos.
B: ¿Cómo surgió esta novela?
L.G: Siempre me había apetecido escribir algo sobre Estados Unidos porque yo viví allí. Lo que pasa es que en California, donde había vivido, me parecía que o ya estaba tratado o igual no aportaba algo así muy novedoso. Me encargaron un relato para la revista Zenda sobre el papel de España en Luisiana y empecé a leer. Y al leer me topé con una leyenda Kaskaskia de un nativo americano que se enamora de una francesa, hija de un comerciante francés. Es una leyenda trágica porque los pillan y a él el padre de la chica lo ata a un tronco y lo manda río abajo. Él muere y lanza una maldición. Me dijo entonces que tenía la historia. Si esta leyenda existió es porque hubo mucha relación entre unos y otros y así surgió la historia.
B: ¿Quién es tu personaje favorito y por qué?
L.G: El que más me gusta es el padre de la protagonista, Jérôme Girard, porque él es tenaz, y todo lo hace por la familia, por los hijos, y hay que vender... Me parece tan práctico y tan consciente de cuál es su papel como padre, marido y cabeza de familia que me encanta.
B: Y tan enérgico además
L.G: Es que es así, es pura energía y voluntad. Me gustan los protagonistas, pero reconozco que igual por cercano en carácter me quedo con el padre.
B: Has dicho que has querido escribir sobre el esfuerzo en 'Lejos de Luisiana'. ¿Por qué sobre el esfuerzo?
L.G: Porque nadie emplea esa palabra. Parece que cuesta pronunciarla y que queda hasta mal decirlo o valorarlo. Está denostada. La vida es una suma de muchísimos esfuerzos, de mucha gente que ha tirado para delante. Uno de Bedous, en los Pirineos, fue uno de los fundadores de la ciudad de St Louis, en Missouri. Es todo tan cansado. Les costaba tres meses llegar de Nueva Orleans al norte del Illinois, tres meses moviendo un barco palmo a palmo, porque no existían aún los barcos de vapor. La vida te sorprende por la cantidad de esfuerzo que hacía falta para seguir adelante.
B: ¿A qué te refieres con que la palabra esfuerzo está denostada?
L.G: Mi generación, educada para ser responsable, ahora se ha encontrado con que la sociedad actual igual plantea que a lo mejor no es necesario esforzarse tanto porque ya está el Estado para que nos resuelva todo. Antes eso no existía y como no existía la sociedad del bienestar era cada uno sálvese quien pueda. Yo no digo que aquello fuera mejor, no lo era, pero igual tampoco el extremo de 'da igual lo que haga' porque el Estado te ayudará. Hace falta mucho esfuerzo personal para conseguir muchas cosas.
B: Es un concepto precisamente muy de Estados Unidos...
L.G: Quizás. Yo estudié allí, entonces algo se me quedó.
B: Me llamó la atención la frase de la novela "No pidas una vida fácil, pide fuerzas para soportar una vida difícil"
L.G: Que traducida al lenguaje de mis abuelas sería: 'Que Dios no nos mande todo lo que podemos resistir'. Es la misma frase.
B: ¿En qué lado de la historia has estado? ¿Has tenido una vida fácil o has tenido fuerzas para soportar una vida difícil?
L.G: Mi vida ha sido fácil por el esfuerzo de mis padres. A mi generación le ha pasado eso. Lo valoro muchísimo. A los antepasados, porque con su esfuerzo yo puedo estar aquí. Pude estudiar, en la escuela pública de mi pueblo, pero oye. A medida que te haces mayor te das cuenta de que la vida pone a prueba.
B: Eres la primera autora que se lleva 1 millón de euros del Planeta para ella sola, porque Carmen Mola son tres. ¿Has pensado qué hacer con ese gran premio?
L.G: La mitad es para Hacienda, que lo sepa la gente. A ver si se queda en Huesca por lo menos. Los escritores no cobramos un sueldo cada mes. De repente tienes un momento así y eso me da un poco de tranquilidad para un nuevo proyecto.
B: ¿Cuántos años dedicaste a 'Lejos de Luisiana'?
L.G: Cuatro. Tres años fueron de documentación. Esto es así y tardaré otros 3 o 2 o 4 en volver a escribir, por eso te digo que los escritores tenemos que ser hormiguitas cuando nos pasa algo así.
B: 'Palmeras en la nieva' fue llevada al cine. ¿Te imaginas 'Lejos de Luisana' adaptada al cine o en serie o miniserie?
L.G: Sí, menudo peliculón. Yo quizás soy más de la vieja escuela, de películas, no lo sé. Lo visualizo cinematográficamente, pero no había pensado si película o serie. Eso que tendrá que ser ya el guionista o productor que se enamore y que discurra. Hay mucha acción y mucho personaje, igual tiene que ser serie. La verdad es que no lo sé.