Las habladurías sobre la senadora australiana Larissa Waters han dado la vuelta la mundo después de que ella misma colgara una fotografía en su perfil de Twitter amamantando a su bebé, Alia Joy, sentada en su escaño en el Parlamento de Australia . La política se había reincorporado al trabajo tras dos meses de baja y no dudó en llevarse consigo a su hija. Con esto pretendería reivindicarse contra las nefastas condiciones laborales a las que tienen que someterse las madres australianas. Aunque tienen derecho a un año de baja, se trata de una baja sin remunerar. No existe ningún tipo de subsidio por maternidad como si se dan en otros países como Suiza o Estados Unidos.
La mujer de 40 años ha hecho historia convirtiéndose en la primera en hacerlo en el Parlamento Australiano."Estoy tan orgullosa de que mi hija sea el primer bebé en ser amamantado en el Parlamento Federal. Necesitamos más mujeres y padres en el Parlamento. Y necesitamos más lugares de trabajo para la familia y para el cuidado de los niños, para todo el mundo", declaró Watters.
Alia Joy nació el 8 de marzo coincidiendo a si con el Día de la Mujer, y desde entonces ya anunció que se ocuparía de su hija cuando fuera necesario independientemente del lugar donde se encontrase. "Volveré pronto al parlamento con esta pequeña en brazos. Ella me inspira aún más para seguir trabajando contra la desigualdad de género y el peligroso cambio climático. Y sí, si tiene hambre será amamantada en la cámara del Senado", dijo entonces. En la fotografía se muestra sonriente, sentada en su escaño, mientras alimenta a su hija. El tuit acumula ya más de 6.000 likes.
Casos similares
Dentro de Europa, incluso en España ya se han dado casos parecidos. La eurodiputada de Dinamarca Hanne Dahl fue la primera mujer en 2009 en visibilizar la lactancia materna dentro del parlamento Europeo. Un año más tarde, en 2010 fue la Italiana Lizia Ronzulli quién quiso romper moldes acudiendo a votar con su hija pequeña.
En España fue la diputada de Podemos, Carolina Bescansa, quien llevó a su bebé durante seis meses en 2016 al Congreso de los Diputados, sembrando una gran polémica y recibiendo un gran número de críticas tanto positivas como negativas.