Aunque, el tema más visible es el de la infidelidad, Lara A. Serodio quiere que las lectoras vayan más allá y acaben entendiendo que habla de una historia de amor, pero no con otra persona, sino con una misma. Es una novela que habla de la importancia del amor propio y que pone sobre la mesa temas como la salud mental, la sobrecarga laboral o las relaciones tóxicas. En Bekia hemos podido hablar con la autora, que ha hablado sobre el argumento de la novela, pero principalmente, sobre el trasfondo que tiene 'La piel infiel' y que confía en que las lectoras lo identifiquen.
Bekia: ¿Cómo te sientes ahora que 'La piel infiel' está a la venta?
Lara A. Serodio: Muy emocionada. Hay un puntito de responsabilidad, porque al fin y al cabo es de los primeros de este sello, NdeNovela, al que Planeta le ha puesto mucho cariño y muchas ganas, pero también estoy de celebración. La puesta de largo del sello, los primeros libros, verla en papel, en las librerías... Es una mezcla de responsabilidad y a la par de tranquilidad.
L.A.S.: En mi caso fue a través de mi agente, Pablo Álvarez, que es un nombre bastante grande en el mundo editorial. Pablo ha peleado muchísimo por esta novela desde hace unos cuantos años. Ha intentado buscarle la mejor de las casas y sonó una llamada muy emocionante diciendo, no solo que quería que fuera una de las novelas del sello, sino que, enseguida se vio claro que querían que fuera uno de los primeros. Fue una noticia increíble por todo lo que conllevaba. El premio que suponía darle el camino después de que Pablo pelease por ella y sobre todo, por sentir que estaba encontrando un lugar literario. Además, al crearlo de cero se le ha puesto un cariño enorme a todos los niveles y en todas las fases.
L.A.S.: Yo empecé a escribir la novela en 2016 - 2017, que fue cuando tuve la idea y empecé a barajar los ingredientes. Yo ya había publicado un par de libros y más o menos tenía muy claro los pasos que seguir. Por anécdota, fue el año en el que nació mi sobrina Emma, a quien dedico el libro. Una vez acabé, fue un proceso bastante más largo porque me costó encontrarle casa. Había muchas puertas que no es que se cerrasen, es que no se abrían. Por eso, el primer punto de contacto que tuvimos con los lectores no fue en papel, sino que fue en audio. De hecho, el libro que escribí después salió antes que 'La piel infiel', que estuvo en el cajón. La primera toma de contacto fue a través de audiolibro, que sirvió para decir que a veces los proyectos no salen de la manera que pensamos y es una sorpresa.
B.: ¿Cómo ha sido pasar del audio al papel?
L.A.S.: Fue todo un proceso de adaptar el libro al audio. Me parecía que era un formato que tenía mucho sentido porque no deja de ser una novela muy confesional, que profundiza mucho en los sentimientos de los personajes, en este caso de la protagonista. Me gustaba mucho la idea de que alguien tuviera en la orejita una voz susurrando. En el momento en el que fue un éxito y vimos que al público le podía gustar vimos que lo mismo si se podía publicar en papel. Llegó la noticia de NdeNovela y a partir de ahí, tuve la oportunidad de reescribir alguna cosa, de convertirla en algo que se adaptara al formato de papel, que no fuera tan confesional de una voz hablándote, sino que pudiera extender muchas cosas. Aproveché esa oportunidad de actualizar la novela y que se adecuase un poquito al papel.
B.: Ahora que has escrito tanto en audio como en papel, ¿con cuál te parece más difícil enganchar a la gente?
L.A.S.: La verdad que creo que depende mucho de su personaje. De lo bien construido que está el personaje, más allá de la trama. Puede tener un buen punto de partida o una premisa muy interesante, pero el personaje es muy importante, creo que es lo que engancha. En este caso yo estaba muy convencida de que tenía un personaje muy potente y de que el lector se iba a vincular con él. Iba a sentir que era una amiga, que le estaba o bien narrando al oído, o bien a través de las páginas del libro, su historia y su vida. El lector iba a tener ganas de poder hablar con ella para darle consejos. La manera de enganchar está más en que la protagonista te enganche y que te sientas identificada.
B.: Hablábamos de los personajes, pero la novela también habla de temas muy importantes como las infidelidades, el sexo, la monotonía en las parejas o las relaciones tóxicas, ¿crees que estos temas siguen siendo un poco tabúes en la actualidad?
L.A.S.: Creo que cada vez estamos abriéndonos más a normalizar cosas que hasta ahora estaban un poquito debajo de la alfombra. Desde la salud mental, que es muy importante en la historia, para mí es una historia de amor propio y con uno mismo. Si podemos decir que hay una moraleja, es eso, que te tienes que querer a ti por encima de lo demás. En esa línea, temas como la salud mental o las relaciones tóxicas cada vez se están hablando más, a lo mejor no tenemos todavía herramientas para enfrentarlos y superarlos, pero al menos están saliendo a la luz.
No así diría yo de la infidelidad, que en comparación con las protagonistas adúlteras de la novela decimonónica no ha habido tanto cambio. Sigue siendo algo que, más que tabú, no está tan extendido hablar de ello. Mejor dicho, hablar de la infidelidad sin tener la piedra en la mano. Se sigue juzgando mucho y en el libro la intención que tenía era hablar de la infidelidad sin que el lector quiera juzgar a la protagonista, sino que simplemente esté contando su experiencia. Yo creo que todos hemos pasado por ahí, o lo hemos sido o hemos pensado en ello porque se nos ha cruzado idea en algún momento. De ahí, que me parece interesante normalizar hablar de esto.
B.: "Si has sido infiel, eres infiel o te planteas serlo, este es tu libro", es la presentación de la novela. ¿Crees que puede ser un arma de doble filo para aquellos que no se han planteado nunca ser infieles?
L.A.S.: La idea de juzgar en función del propio título es algo que depende de que el propio lector tenga o no una opinión preconcebida del tema, sin escuchar la historia que tiene la protagonista. Yo quería dejar claro qué se va a encontrar el lector. En este caso, tengo la esperanza, o la experiencia del audiolibro, de que la gente se pueda sentir identificada, pero no con ganas de juzgar, sino que la gente va a entender que también se pueden ver reflejados en la vida de la protagonista.
Se habla del affaire, pero desvela otros temas como lo que supone una infidelidad, el sexo o la utilización del placer. No es un alegato a favor o en contra, pero sí que es una diseminación muy profunda del término y por eso lo quiero lanzar de cara, para que la gente, si no está a favor, pues no está a favor, pero por lo menos he conseguido que lo vea. Si ya va a juzgar, que al menos escuche a la protagonista. Yo creo que con la novela, el lector se siente en una posición de amigo con Emma, al poder escucharlo y verlo desde fuera.
B.: Hablas de el vínculo del lector con Emma, ¿en qué te inspiraste para crear este personaje?
L.A.S.: Cogí un poco la idea de ir al pasado y traer esos personajes adúlteros que en su momento fueron muy rompedores. Estaba ahí, pero también me apetecía construir un personaje muy común, en el que no solo yo me sintiera identificada, sino toda la gente de mi alrededor. Este punto de la treintena en el que parece que has tenido que ir tachando tus casillitas de qué has tenido que hacer y de que el tiempo se acaba. Estás como estancado porque has tomado una decisión en tu carrera profesional, pero puede que no sea correcta, hay que ver si hay tiempo de retomarla y empezar de cero.
Creo que he ido cogiendo ingredientes, tanto de mi experiencia, como de gente de mi alrededor que sienten un poco esa presión. Parece que cada movimiento que haces tiene que ser en la dirección correcta porque no puedes deshacer el camino, pero qué pasa si sí puedes deshacerlo y desmontas tu vida a esa edad, algo que también me parece importante. Cuando tienes veintipocos es más fácil hacer y deshacer, pero cuando te haces mayor arrastras contigo más responsabilidades y más cargas. Es un poco de todo eso, también de los personajes femeninos de la literatura decimonónica, con el componente actual.
B.: En su vida rutinaria con Nico, su pareja de hace años, Emma se cruza con Alexis, el hombre con el que empezará una aventura. ¿Cómo fue crear al personaje de Alexis y qué diferencias principales encontrará el lector entre este personaje y Nico?
L.A.S.: Emma quería que fuera el ejemplo de la infidelidad desde el punto de vista femenino, que muchas veces se trata desde el masculino. Quería indagar en cuando la infidelidad es femenina, que parece que siempre está tachada por la culpa. Mi intención con Alexis era hablar de la pérdida de un hijo desde el punto de vista masculino, que de nuevo parece que es un tema muy potente y que muchas veces se trata desde el punto de vista femenino. Muchas veces, socialmente, en una necesidad de masculinidad tóxica, se le exige al hombre que sea el que esté recompuesto, el que levante la familia y me gustaba mucho esta careta.
De primeras, es un hombre atractivo, hecho a sí mismo, con mucho éxito, que le gusta sentirse querido por los demás y eso ya atrae. Lo que abre esta compuerta es a darte cuenta de que toda esa fachada de éxito está cubriendo un dolor. Es ahí donde entra el componente del affaire, de por qué va a ser tan turbulento a la par que excitante. Ahí es donde creo que está el contrapeso con Nico.
El lector le va a coger mucho cariño a Nico porque es un ser muy afable, no es una pareja mala. Comparten su vida, pero ha llegado un punto en el que no existe pasión y Emma empieza a darse cuenta de que no es una cuestión rutinaria, en el que llega un momento que todas las parejas llegan a ese punto. Simplemente, piensa que ella se ha estancado y por la comodidad de alguien que la cuida y la quiere, se ha quedado ahí. Alexis representa todo lo contrario, ya ve el peligro de primera mano. Además, como está roto es alguien peligroso, pero también es fascinante la idea de si yo le puedo curar, si le produzco placer y al menos él no se sentará tan mal.
B.: Alexis es muy seguro de sí mismo de cara al resto, pero en su interior vive un duelo personal muy duro, ¿es posible refugiarse en el placer y no hacer caso a otras facetas personales?
L.A.S.: Es un poco la intención del affaire cuando los dos se embarcan en él, callar un poco el dolor durante un tiempo. El affaire tiene lugar en una burbuja, es todo el rato en el puesto de trabajo de Emma. Nunca sale de ahí y es un poco la manera de vivir en un oasis. Una pequeña isla en la que durante un pequeño rato su vida se pone en pausa, crean una burbuja en la que, todo lo que pasa fuera, dentro no existe. Es cuando vuelven a salir, cuando se tienen que enfrentar a esta realidad.
B.: El escenario principal de la novela es la oficina, ¿por qué te decantaste por este lugar?
L.A.S.: Me gustaba la idea de que fuese como un aliciente para Emma. La razón por la que ella decide ir cada día al trabajo, o se le hace más fácil la presión laboral que tiene en un entorno que cada vez es más tóxico, hacen que sea como un aliciente. Empieza como un tonteo y al final tiene ganas de ir al trabajo porque es donde encuentra el placer. Me pareció que esta burbuja que quería crear entre ellos, era necesaria para que todo se tambaleara y para crear una posición de poderes desequilibrada.
Me interesaba mucho aprovechar la oportunidad y hablar de la relación que se convierte en tóxica y que tenemos con el trabajo. No deja de ser el sitio en el que estamos la mayoría del tiempo y se convierte en tu hogar, en tu segunda casa. Incluso, tus compañeros son con los que pasas más tiempo, más incluso que con tu pareja. Me parecía muy natural que el entorno en el que todos vivimos normalmente sea el punto de partida, la premisa que va a cambiar todo y que sucede ahí. También, es la trampa, porque la ata a que no salga de ahí nunca.
B.: En este caso, 'La piel infiel' rinde homenaje al clásico de Gustave Flaubert. Han pasado más de 150 años desde su publicación, pero todavía se presentan temas similares como la desilusión o el aburrimiento en las pareja. ¿Qué cosas crees que comparten Madame Bovary y Emma? ¿Y diferencias?
L.A.S.: En cuanto a similitudes, la intención que tenía haciendo este guiño era dibujar cómo sigue siendo un tema tabú cuando Emma toma la decisión de que quiere ser infiel. Es un secreto, no puede compartir eso tan fascinante que le está pasando, se lo tiene que callar. Es un contraste muy grande. Quise respetar un poco la estructura de esta vida estancada de Madame Bovary con una pareja realmente fiable en los dos casos. No tienen mala relación con sus parejas, es simplemente la necesidad de probar algo nuevo y yo quería coger la novela desde el momento de una caída al infierno.
Quería sacar el tema de que, por aquel entonces, hablar de esto tenía un castigo al romper el convencionalismo de la familia tradicional. Yo quería rescatar eso y darle un final en el que no haya que castigar a la mujer adúltera, sino que se entienda por lo que está pasando y las razones que le han llevado a tomar esa decisión. Es ahí, en esas diferencias, donde quería poder dar un rayo de luz y de esperanza. Al fin y al cabo, para mí es una historia muy positiva, que habla de amor propio y de poder rescatar estos personajes y darles el final feliz que se merecían y que, por aquel entonces, no se podía dar.
Sin duda, para mí es una historia de amor propio. Uno tiene que aprender a detectar dónde está perdiendo el horizonte, que ya no es la prioridad de su vida y que, sobre todo, uno tiene que anteponerse a sí mismo, ver por sí mismo, cuidarse y darse cuenta de que hay ambientes tóxicos. Hay que tener la valentía de destruir para poder construir. Tienes que ser muy valiente para eso y hacerlo todo pensando en qué es lo mejor para ti. El resto de cosas, de temas, son el camino que me llevan para, en realidad, hablar de esto, una historia de amor de Emma consigo misma.
Por último, ¿estás pensando ya en tu siguiente novela?
L.A.S.: Qué nervios. Lo cierto es que tengo algo en el horizonte. Estoy en momento de parto literario y en momento de felicidad, pero sí me he dado cuenta de que, en las historias que llevo escritas, tengo temas en común. Ese amor propio o la reflexión de cómo cambia la vida cuando la muerte aparece. También, a nivel personal he pasado unos años muy tumultuosos, nada que ver con la historia, es algo muy catártico, pero que me gustaría canalizarlo y contar mis experiencias. Sentirme al menos, de punto de partida biográfico y todavía estoy cogiendo los ingredientes para decidir qué cocino