Las Kardashian-Jenner podrían protagonizar un sinfín de noticias diferentes en un mismo día, aunque seguramente no todas les den tan igual como otras. Mientras los fans especulan sobre los embarazos de Kourtney Kardashian o el de Kylie Jenner, la matriarca del 'klan' parece estar lidiando con otros temas un tanto más peliagudos. Tras ser demandada en 2020 por su exguardaespaldas, quien aseguró que fue víctima de abuso sexual y discriminación racial por su parte, un juez ha aceptado que ambas partes lleguen a un acuerdo de forma privada.
Tal y como ha podido saber Daily Mail, el Juez del Tribunal Superior de Los Ángeles les ha dado un año de margen (hasta el 6 de enero de 2023) para encontrar a un árbitro (normalmente un juez privado) para llegar a una acuerdo de forma privada sin necesidad de llegar un juicio en la propio Tribunal y, por ello, público.
Plazo de un año para resolverlo con un mediador
Fue en octubre de 2020 cuando Marc McWilliams, presunta víctima y exguardaespaldas de la familia de 2017 a 2019, demandó por primera vez a Kris Jenner asegurando que " empezó a tener un patrón de conducta que involucraba contacto físico no consensuado de índole sexual e inapropiada ", llegando incluso a tocarle "el cuello, los hombros, los brazos y la espalda sin su consentimiento" y también "hizo que su mano [la del guardaespaldas] se apoyase sobre su muslo y su ingle, y posteriormente frotó su pelvis contra su trasero". A esto se sumarían también "comentarios lascivos, sugerentes, sexuales, sexistas, racistas, homófobos y discriminatorios" tanto hacia él como al resto de miembros del equipo de seguridad".
Meses mas tarde, en febrero de 2021, el guardaespaldas denunció más hechos. Concretamente aseguró que el 22 de octubre de 2017 Kris Jenner le obligó a subirse en el asiento del copiloto de unos de sus coches mientras ella conducía. Fue entonces cuando " comenzó a hacerle comentarios de índole abiertamente sexual y coqueta ", llegando incluso a colocar "su mano derecha en el interior del muslo y la ingle de McWilliams de una manera claramente sexual".
Pero la cosa no se quedaría aquí, sino que la madre de Kim Kardashian habría llegado a tener un patrón de conducta abusiva en el día a día llegando a enumerar varias agresión frecuentes como "masajear el cuello, hombros, brazos y espalda", "hacer que su pelvis roce contra su espalda y/o trasero", "tocarle el trasero con la mano" o exponer partes de su cuerpo de manera lasciva o sugerente", todo sin el consentimiento del por aquel entones guardaespaldas.